La cumbre entre
la Unión Europea y
China, celebrada este lunes, ha seguido la tradición de los últimos encuentros:
los Veintisiete y Pekín, sabiendo que se necesitan, se encuentran cada vez más
alejados en distintos aspectos. Hace un año el encuentro se celebró en un ambiente de tensión después de que la UE
calificara al gigante asiático como un “rival estratégico”. Esta vez la charla
se produce al mismo tiempo que los socios empiezan a adoptar medidas que buscan
frenar las ambiciones comerciales globales de China.
Ambos socios tenían
muchos puntos que tocar: la reforma de la Organización
Mundial del Comercio (OMC), las relaciones comerciales de ambos bloques, la
situación en Hong Kong o el cambio climático eran solo algunos de ellos.
“Necesitamos resolver problemas concretos”, ha alertado Michel, que ha
explicado que tanto él como Von der Leyen han seguido empujando a Pekín para
“reequilibrar” la relación comercial con China, pidiendo una relación recíproca
en acceso al mercado o el control de los subsidios.
No se puede seguir
igual
El mensaje de la UE
es claro: si China quiere seguir teniendo vínculos con los socios
europeos las relaciones deben cambiar y deben estar “basadas en reglas y
recíprocas”, según ha señalado la presidenta de la Comisión
Europea durante una rueda de prensa posterior al encuentro. “No es una relación
fácil, pero estamos trabajando en ello”, ha asegurado Von der Leyen.
“Necesitamos hacer progresos. Para esto la cumbre era solo un punto de partida.
Progresar implica cooperar, reciprocidad y confianza. Estos han sido los tres
pilares de nuestra conversación”, ha señalado la presidenta de la Comisión
Europea.
En relación con la
confianza, Von der Leyen ha dejado entrever también las sospechas que existen
sobre China. “Hemos visto ataques cibernéticos y sabemos el origen.
Igualmente en desinformación”, ha dejado caer la alemana, que ha explicado así
que la idea de “rivales estratégicos” sigue estando vigente en el día de hoy. Y
es, en realidad, el elemento central en la relación europea con China:
reorientar la relación.
La UE busca su
propio camino con el gigante asiático. No quiere caer directamente en el lado
americano y seguir completamente la estrategia de Washington con Pekín, pero no
puede permitirse ser laxo con China. Eso está haciendo que los Veintisiete estén
intentando establecer su propia estrategia con el régimen. Europa necesita a
China y viceversa, pero a la UE se le complican los equilibrios cuando Xi
Jinping no esconde sus intenciones y coloca a los socios europeos entre la
espada y la pared.
Así la UE busca
cerrar un acuerdo de inversiones con China al mismo
tiempo que tiene que condenar los pasos de Pekín para aplicar la Ley de Seguridad nacional sobre
Hong Kong, que ha sido uno de los asuntos abordados durante el
encuentro de este lunes. “Hemos dejado nuestra posición muy clara y hemos
pedido que lo reconsideren”, ha asegurado Von der Leyen durante una rueda de
prensa posterior. Los líderes europeos también han “expresado su preocupación
en el deterioro de los derechos humanos” en el gigante asiático.
Ambos presidentes
europeos han criticado que China no haya hecho progresos respecto a sus
compromisos en la última cumbre y han “reiterado la necesidad urgente de que
Chin participe en las futuras negociaciones sobre subsidios industriales en la
OMC”, señalan Von der Leyen y Michel en un comunicado conjunto, en el que
también apremian a Pekín a avanzar en la negociación de un acuerdo de
inversiones.
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