Por Juan González
El 19 de agosto de1991 se produjo el intento de golpe de Estado en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), el cual tuvo repercusión gran repercusión en el sistema internacional, ya que aceleró la desintegración del referido bloque antioccidental. Dicha acción fue motivado por líderes de línea dura del Partido Comunista Soviético (PCS) opuestos a la apertura impulsada por Mijaíl Gorbachov bajo la Parestroika.
Las cambios de Gorbachov fueron decisivo en la caída del Muro del Muro de Berlín en 1989, así como en la transición en países satélites de la URSS como Polonia, Hungría, Checoslovaquia, Rumanía, entre otros.
El 19 de agosto 1991, fuerzas especiales soviéticas intentaron tomar el control del Parlamento y las principales instituciones, a fin de deponer a Gorbachov y echar para atrás la perestroika. Sin embargo, una multitud de ciudadanos encabezado por Boris Yeltsin, quien era presidente la Repúblia Socialista Soviética de Rusia impidieron que dicho golpe se materializara.
La pesadilla del Golpe concluyó tres días después, el 21 de agosto, ante el temor del liderazgo mundial que se produjera una guerra civil en una de las principal potencia nuclear del planeta.
Luego de esta crisis Mijaíl Gorbachov quedó marginado en el poder, mientras que Boris Yeltsin, emergió como el principal líder Rusia.
Es oportuno indicar que Yeltsin fue el responsable de dirigir los destinos de Rusia en la transición hacia una economía de mercado en un proceso acelerado que empobreció millones de ruso, al tiempo que enriqueció unos pocos oligarcas que se adueñaro de las empresas del Estado.
La desaparición de la URSS fue un duro golpe para el orgullo ruso, sus Fuerzas Armadas quedaron con un presupuesto muy reducido lo que impidió mantener el complejo militar industrial a la altura de Occidente, lo que provocó un gran debilitamiento y desmoralización de las tropas rusas, quedando evidenciado con las humillantes derrotas entre 1994 y 1996 que sufrieron frente a los zeparatistas chechenos.
En ese sentido el Presidente Vladimir Putin, refiriendose al significado que tuvo para el pueblo ruso la desaparición de la Unión Soviética señaló lo siguiente: "La caída de la URSS fue la catástrofe geopolítica más grande del siglo. Para el pueblo ruso, esto representó un verdadero drama".
Es importante destacar que la Unión Soviética, que surgió tras la Revolución Rusa de 1917, quedó formalmente disuelta el 25 de diciembre de 1991.
Finalmente, Rusia heredó la personalidad jurídica internacional de la URSS: el asiento permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU, las armas nucleares, los compromisos crediticios internacionales, entre otras cuestiones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario