martes, 22 de marzo de 2011

Las disputas sobre el liderazgo de la intervención dividen a los aliados



Estados Unidos y Reino Unido quieren que la OTAN asuma la coordinación de la operación internacional. Francia se niega porque considera que esto crearía un rechazo inmediato entre los países árabes. Mientras tanto, Kadafi sigue castigando las posiciones rebeldes: han muerto civiles, entre ellos cuatro niños.

Las fuerzas de la coalición internacional siguen empleándose a fondo este martes en Libia, donde por cuarto día consecutivo bombardean las posiciones de las tropas de Muamar Kadafi en la zona de Ajdabiya y en la capital, Trípoli, sobre todo. Sin embargo, según se afianza la zona de exclusión aérea y los objetivos militares habilitados por la resolución 1.973 de la ONU, cada vez surgen más fisuras entre las fuerzas aliadas internacionales sobre el modo de organizar y estructurar la misión en Libia.

Por un lado, Francia rechaza que la OTAN reemplace a la coalición internacional en el país, mientras que Estados Unidos y Reino Unido apuestan porque sea precisamente la Alianza Atlántica la que desempeñe el papel de coordinación “en unos días, no semanas”, como especificó el presidente estadounidense, Barack Obama, el lunes en Chile, donde se halla de viaje de oficial. El premier británico, David Cameron, apuntaló la opinión de Obama: “Deseamos que el mando de las operaciones pase a la OTAN y que haya una coordinación diferente de la que hay actualmente”.

Pero Francia, quien se ha encargado de realizar los primeros ataques aéreos y ha sido uno de los países promotores de la intervención, se niega a cederle las competencias a la OTAN. Por un lado reconoce que la cooperación en el seno de la coalición que aplica la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Libia aún no está "integrada", como explicó el portavoz adjunto del Ministerio de Defensa francés, el general de brigada Philippe Pontiès, aunque matizó que sí existe ya "a nivel de ministerios de Defensa" de los países que intervienen. “Es evidente que el mando integrado facilitaría los intercambios; hoy de momento esta coordinación que hay funciona, aunque la integración haría los intercambios más fluidos", explicó el portavoz.

Pero el miedo del Gobierno de Nicolas Sarkozy reside en que la participación de la OTAN genere un rechazo en los países árabes que hasta ahora han apoyado la intervención. En opinión de los franceses, la reputación de la Alianza se ha visto dañada en el mundo árabe por la guerra en Afganistán, y porque se la relaciona estrechamente con el liderazgo de Estados Unidos. Francia teme que si la OTAN asume el liderazgo de la operación sea imposible obtener el respaldo de la Liga Árabe.

La OTAN velará porque se cumpla el embargo de armas

Los 28 embajadores de la OTAN se reunieron el lunes para tratar de resolver diferencias sobre su posible implicación en la operación. Pero cada país está manejando diplomáticamente la cuestión para apuntalar su posición inicial ante el conflicto.

Rusia pide un "algo el fuego" como forma más eficaz de proteger a los civiles. El ministro ruso de Defensa, Anatoli Serdiukov, ha declarado que un "alto el fuego inmediato" sería la forma "más segura" de proteger a los civiles de Libia. Italia y Noruega, por su parte, cuestionaron su apoyo a la operación Amanecer de la Odisea por la falta de definición del mando de la misión. Por otro, Turquía pidió que la “operación se termine lo antes posible” y que la OTAN sólo debe entrar “con el reconocimiento de que Libia pertenece a los libios, no para la distribución de sus recursos”. Y en la confusión, intervino Alemania, quien saco pecho del embrollo para justificar su abstención en el Consejo de Seguridad de la ONU (junto a China, Brasil, India y Rusia): “Nosotros calculamos el riesgo”, dijo el ministro de Exteriores alemán, Guido Westerwelle.

Por ahora, según las últimas informaciones facilitadas por la AFP, el único papel de la OTAN será el de utilizar sus fuerzas navales para encargarse de hacer respetar el embargo de armas decidido por la ONU contra el régimen libio, según fuentes diplomáticas citadas por la agencia.

La intervención aliada no disuade a Kadafi de momento

Mientras la comunidad internacional se aclara, los combates continúan. La capital, Trípoli, está viviendo su tercera noche de bombardeos, que han comenzado poco después de las nueve de la noche.

Una jornada en la que el ataque más significativo fue en Bab al Azizia, el complejo palaciego en el que reside Kadafi a las afueras de la capital. "Durante las primeras 24 nos concentramos en establecer las condiciones para la zona de exclusión aérea, y ahora estamos en una fase de transición hacia una actitud de patrullaje y control", explicó Vince Crawley, un portavoz de Africom, segûn recoge el diario El País.

Los aliados centraron sus primeros ataques especialmente en las posiciones fijas de defensa antiaérea libia, para poder patrullar los cielos sin amenazas pendientes. Ahora las defensas aéreas fijas están aniquiladas, aunque es posible que el régimen conserve las móviles.

Así, los aliados bombardearon la zona de Ajdabiya en el este de Libia. La aviación francesa también disparó contra un vehículo blindado unos 100 kilómetros al sur de Bengasi. Del mismo modo, había planeado otro ataque, esta vez de las fuerzas británicas, dirigido a Misrata, pero tuvo que ser cancelado por la presencia de civiles dispuestos como escudos humanos en la zona de los objetivos militares.

Sin embargo, la ofensiva de los aliados no ha logrado frenar por el momento la ofensiva de Kadafi, que sigue manteniendo la presión sobre las zonas que se hallan bajo control rebelde. Este martes han vuelto a atacar Misrata, tercera ciudad del país. Han comenzado a disparar contra objetivos rebeldes causando también víctimas civiles. Al menos 40 personas han muerto en los últimos dos días en la ciudad sitiada. Entre las víctimas hay cuatro niños.

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