lunes, 26 de marzo de 2012

El Papa llega a Cuba a consolidar a la Iglesia y su lugar ante el régimen



Benedicto XVI llegó este lunes a una Cuba multiconfesional, donde afirmó que lleva en su corazón "las justas aspiraciones y legítimos deseos de todos los cubanos", y donde, en ausencia de toda oposición legal, la Iglesia católica busca reforzar su papel de interlocutor privilegiado ante el régimen comunista.


El avión del Papa, procedente de México, aterrizó en el aeropuerto de Santiago de Cuba, sureste de la isla, hacia las 14H30 locales (19H30 GMT), y fue recibido por el presidente Raúl Castro y la jerarquía católica cubana, encabezada por el cardenal Jaime Ortega y el arzobispo de la zona, Dionisio García.



"Llevo en mi corazón las justas aspiraciones y legítimos deseos de todos los cubanos, dondequiera que se encuentren, sus sufrimientos y alegrías, sus preocupaciones y anhelos más nobles, y de modo especial de los jóvenes y los ancianos, de los adolescentes y los niños, de los enfermos y los trabajadores, de los presos y sus familiares, así como de los pobres y necesitados", dijo el Papa.



"Vengo a Cuba como peregrino de la caridad, para confirmar a mis hermanos en la fe y alentarles en la esperanza, que nace de la presencia del amor de Dios en nuestras vidas", añadió ante Raúl Castro en la ceremonia de bienvenida.



"Cuba lo recibe con afecto y respeto y se siente honrada con su presencia", dijo Raul Castro, quien saludó con un apretón de manos y una reverencia al pontífice al pie de la escalera del avión.



El gobernante, que criticó el embargo estadounidense que pesa sobre la isla desde 1962, destacó que el Papa encontrará en Cuba a un pueblo "solidario e instruido", que lucha por su independencia, la justicia y la libertad.



El viernes, en el avión que lo llevaba a México, el Papa había afirmado que la ideología marxista "tal como había sido concebida, no responde ya a la realidad" y "conviene hallar nuevos modelos". Sin embargo, tanto los obispos cubanos como las autoridades desestimaron que sus dichos afectaran la visita, que se prolongará hasta el miércoles.



El Papa dijo a su llegada que la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona de Cuba, "ha sostenido la fe y ha alentado la defensa y promoción de cuanto dignifica la condición humana y sus derechos fundamentales".



Indicó que le pedirá a la Virgen, cuyo santuario visitará, "su intercesión para que guíe los destinos de esta amada nación por los caminos de la justicia, la paz, la libertad y la reconciliación".



"Las profundas raíces cristianas (...) conforman la identidad más honda del alma cubana", remarcó. Luego de la ceremonia de bienvenida, abordó el "papamóvil" y partió con su larga comitiva hacia la ciudad.



Benedicto XVI ha dicho que viene "en una absoluta continuidad" con el histórico viaje de Juan Pablo II a la isla en enero de 1998, que marcó el deshielo en las relaciones entre la Iglesia y el régimen.



A semejanza de su antecesor Juan Pablo II, el Papa no tiene previsto encuentros con opositores cubanos. Sin embargo, "conoce bien la realidad de Cuba" y el hecho de "que las reciba o no (a las figuras de la disidencia), no significa que él esté ajeno" a la situación, dijo el sábado el arzobispo Dionisio García.



La Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, que preside el disidente Elizardo Sánchez, denunció este lunes la detención de al menos 150 opositores, lo que atribuyó a un intento de impedir que protesten durante la visita del Papa.



"La Comisión puede confirmar que, a esta hora, el número de detenidos en los últimos cuatro días es de al menos 150 pacíficos disidentes", dijo Sánchez a la AFP. Las autoridades no han informado sobre arrestos, pero han advertido que no tolerarán actos políticos en la visita papal.



El Vaticano anunció que el Papa estará "disponible" para un eventual encuentro con el padre de la revolución cubana Fidel Castro, retirado del poder desde 2006.



Fidel Castro fue maestro de ceremonia en la visita de Juan Pablo II, "un hombre de gran bondad y realmente noble", según afirmó después de su primer encuentro en el Vaticano en noviembre de 1996, en el que dijo haber tenido un fuerte "impacto".



Los medios igualmente están al acecho de un posible encuentro con el muy creyente presidente venezolano Hugo Chávez, que es tratado de un cáncer en Cuba y quien llegó el domingo a La Habana para recibir una radioterapia durante algunos días.



El Papa tiene reservados dos periodos de descanso en los que podría sostener encuentros no previstos: el martes después de su llegada a La Habana a la hora del almuerzo; y el miércoles entre una misa pública en la mañana y su partida en la tarde.



Este lunes más tarde el Papa celebrará una misa pública en Santiago de Cuba, antes de retirarse al santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre, a unos 30 km de la ciudad, donde pasará la noche.



Luego de una breve visita al santuario el martes en la mañana, volará hacia La Habana, donde será recibido oficialmente por Raúl Castro al final de la tarde, para cenar después con los obispos cubanos.



El miércoles en la mañana, Benedicto XVI celebrará una misa multitudinaria en la emblemática Plaza de la Revolución de La Habana, antes de pronunciar su último discurso en el aeropuerto al marcharse de Cuba hacia las 17H00 locales (22H00 GMT). 

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