Los funcionarios de la administración del presidente Barack Obama declararon estar preocupados porque India podría acumular mayores volúmenes de petróleo para evitar ser alcanzada por los efectos de las sanciones que EE. UU. le impuso a Irán.
Una ley, aprobada en el Capitolio, prevé que si India (o cualquier otro estado) no cumple en reducir significativamente las importaciones de Irán, al banco que intervenga en los pagos por el crudo adquirido a través del Banco Central persa, le será bloqueado el acceso al sistema bancario estadounidense.
Por el momento India sigue comprando altos volúmenes del crudo iraní, siendo el tercer importador más grande después de China y Japón. Los funcionarios del país recibieron con frialdad las sanciones unilaterales, impuestas por EE. UU., declarando que India requiere el petróleo persa para satisfacer sus crecientes necesidades.
"Seguimos escrupulosamente las sanciones, autorizadas por la ONU", anunció el portavoz del ministerio de Exteriores indio, Syed Akbaruddin. Pero, en lo que toca a las sanciones unilaterales, "desde la perspectiva legal no hay nada que nos obligue a adoptarlas".
Al mismo tiempo, el mayor comprador del petróleo iraní, la compañía estatal india MRPL, planea empezar a reducir los volúmenes de compras a la República Islámica a partir de abril, según declararon a Bloomberg dos de sus funcionarios que pidieron mantener sus nombres en reserva. Añadieron que MRPL lo hará debido a la presión de EE. UU. que se intensificó durante las últimas semanas.
Arabia Saudí por Irán
Las autoridades iraníes desde el inicio de las tensiones sobre su programa nuclear advirtieron que los problemas con las ventas de su petróleo provocarán un aumento brusco de sus precios en todo el mundo.
Desde Teherán agregan que la difícil situación del mercado internacional no permitirá a Occidente soportar fácilmente este crecimiento. Según ellos, es posible que tal aumento provoque nueva crisis financiera.
Para evitar los riesgos, y a la vez presionar a India y otros países con el fin de dificultar la situación económica de Irán, EE. UU. mantiene conversaciones con Arabia Saudí, intentando persuadir a este país que aumente la producción de crudo y así compensar los volúmenes iraníes.
Esta cuestión fue discutida durante el foro energético de Kuwait, donde los saudíes le dieron su acuerdo a la propuesta estadounidense. Sus representantes afirmaron que están listos para aumentar la producción en caso de que experimenten una demanda creciente de su petróleo.
Los representantes de Arabia Saudí subrayaron, al mismo tiempo, que no quieren inmiscuirse en cuestiones políticas o presionar a Irán. Los estadounidenses, a su vez, se negaron a emitir comentarios concretos, pero confirmaron que las conversaciones sobre el asunto se llevan a cabo regularmente.
La solución militar, más y más probable
Con cada nuevo día, la retórica de los representantes de Occidente se hace más y más militarista. Así, este miércoles el presidente de EE. UU. afirmó que "la ventana para resolver este asunto diplomáticamente está cerrándose".
Obama explicó que Irán en el pasado solo fingía estar preparando las conversaciones, cuando en realidad se ocupaba de "demorar, frenar, hablar mucho", para no avanzar en realidad en la cuestión de su programa nuclear.
Los estadounidenses ya anunciaron que Israel podría atacar objetivos nucleares de Irán en los próximos meses, lo que fue confirmado por el primer ministro de ese país, Benjamín Netanyahu, quien ni siquiera planea avisar a EE. UU. con anterioridad.
En respuesta a esta amenaza, el canciller iraní, Ali Akbar Saleh, declaró este jueves que en caso de que Israel se atreva a concretar su amenaza, enfrentará las consecuencias más serias.
"Si Israel alguna vez comete este error, ello supondrá el fin de Israel. Ellos lo saben perfectamente", dijo en una entrevista con el canal de televisión danés TV2.
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