lunes, 21 de marzo de 2011

Visita de Obama: “La influencia de EE. UU. en América Latina decae”


Autora: Cristina Papaleo
Editora: Luna Bolívar Manaut

La visita de Barack Obama a América Central y del Sur, del 19 al 23 de marzo, revive la esperanza, pero también genera críticas. La promesa incumplida de cambios en la política hacia la región decepciona a los gobiernos.

La política exterior de los países latinoamericanos siempre estuvo marcada por sus relaciones con EE. UU. Pero en las últimas décadas, en la región también se reflejan los cambios de la economía global, que ha dado paso a un orden multipolar de poder. Se esperaba que el presidente estadounidense, Barack Obama, iniciara una nueva etapa en las relaciones diplomáticas y económicas con el subcontinente, señala Hartmut Sangmeister, economista y experto en América Latina de la Universidad de Heidelberg.

“Las diferencias que se esperaban de Obama con respecto a Bush eran, en primer lugar, que suavizara las sanciones contra Cuba, que reconociera el peso político creciente, en especial, de Brasil, pero también de otros grandes países latinoamericanos, y que dejara en claro que América Latina ya no es, como lo fue durante décadas, el patio trasero de los EE. UU.”, explica el experto.

Brasil, un socio complejo

Brasil se ha convertido en un socio estratégico relevante y en el principal interlocutor para Washington en Latinoamérica. Sin embargo, no es un interlocutor fácil, subraya el experto: “Dentro de la región, Brasil ya es un competidor político, en especial en lo referido a temas controvertidos como, por ejemplo, las relaciones con Irán, pero también en cuanto a Israel y a Palestina.

“Brasil, además, tiene un rol importante como pacificador al haber asumido la dirección de la misión de paz en Haití”, señala Sangmeister. De acuerdo con el experto, el hecho de que Lula calificara a Irán de “socio muy importante” fue molesto para Washington.

Claudia Zilla, investigadora de la Fundación Ciencia y Política de Berlín (SWP), opina que “las relaciones más estrechas que mantiene EE. UU. en la región son con Colombia. Por su parte, la política exterior de Lula en la región estuvo entre otras cosas orientada a mantener a bajo nivel la presencia fáctica e institucional de EE.UU. en Sudamérica."

“Venezuela ha perdido significancia”

Otro factor de cambio en los últimos diez años es que en América Latina se han establecido gobiernos declaradamente antiestadounidenses, como el de Hugo Chávez en Venezuela, o el de Evo Morales, en Bolivia, junto con los de Nicaragua y, en menor medida, pero siguiendo la retórica populista, los de Ecuador y Argentina.

Sin embargo, según Sangmeister, la influencia de Hugo Chávez disminuye debido a la crisis económica en la que está inmerso el país: “Venezuela sigue sumida en una terrible crisis económica, y Chávez ha perdido significado e influencia. Continúa atacando a los EE. UU. con sus conjuros retóricos, pero EE. UU. sigue siendo el socio comercial más importante de Venezuela, y esa es, quizás, la ironía de la ‘revolución bolivariana'”, comenta Sangmeister.

¿Por qué Obama no viaja ni a Colombia ni a Argentina?

Barack Obama no viajará Colombia, y esto tiene que ver con el cambio de gobierno en ese país, dice Sangmeister: “Pienso que quiere dejar en claro que los EE. UU. están reflexionando acerca de la política que ejercieron con el ex presidente Uribe, al que apoyaron militarmente de forma masiva, ya que Juan Manuel Santos, el actual mandatario colombiano, aspira a otro manejo de la situación”, subraya el experto, refiriéndose a la estrategia militar contra las FARC y el narcotráfico.

El otro gran ausente en la visita de Barack Obama es Argentina. Las relaciones con el Gobierno de Argentina son más bien disfuncionales y estuvieron marcadas, ya durante la presidencia de Néstor Kirchner, por roces diplomáticos que siguen teniendo lugar, explica Claudia Zilla, y son instrumentalizados con fines electorales: "Argentina se encuentra en fase preelectoral y el Gobierno de Cristina Kirchner suele tener un discurso populista en este tipo de momentos, con tono acusador hacia EE. UU.", explica la politóloga.

En Chile, Sebastián Piñera, de derecha, continúa con la política de Michelle Bachelet en cuanto a su óptima relación con Washington. Centroamérica sigue siendo el punto más vulnerable del continente por la extrema pobreza, las débiles estructuras democráticas y la penetración del narcotráfico, y a Obama seguramente le preocupa la creciente inmigración ilegal de salvadoreños a los EE. UU.

Las buenas intenciones del actual presidente estadounidense para con la región se han perdido en el camino, y los gobiernos están decepcionados, dice Hartmut Sangmeister. Según el economista, América Latina, sobre todo Sudamérica, se emancipa cada vez más del país del norte., diversifica sus relaciones económicas y se orienta políticamente hacia otras potencias mundiales, a pesar de que EE. UU. aún cuenta allí con grandes intereses económicos.

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