DIARIO PANORAMA.COM
Raúl Zibechi
En un excelente análisis de la situación estratégica mundial, el especialista Raúl Zibechi señala que el caso más notable, y en el que todos los observadores coinciden, es el vigoroso ascenso de China como única potencia capaz de desplazar a los Estados Unidos. A la vez se suceden otros cambios menos visibles, no tan contundentes, pero que representan cargas de profundidad al sistema de alianzas en el que se asentó la hegemonía occidental en el último medio siglo, o sea desde que en 1945 finalizó la Segunda Guerra Mundial.
Por ejemplo, Alemania profundiza su alejamiento de Washington y se acerca a Rusia; Turquía hace lo mismo, pero también se aleja de Israel, y se aproxima a Siria e Irán; Japón entra en colisión con la política militar del Pentágono y tiende la mano a China. Más aún: sectores de la Unión Europea piden el ingreso de Rusia a la OTAN y Brasil ya tiene un verdadero conflicto con la Casa Blanca.
Según todos los datos, esto es apenas el comienzo de un profundo reajuste que no dejará nada en su lugar. Un ejemplo: el reciente ataque especulativo de los (fondos de seguro) hedge funds al euro ha provocado una creciente desconfianza de los europeos hacia Wall Street, al punto que Alemania y Francia se plantean crear el Fondo Monetario Europeo.
Durante la guerra fría, apunta Zibechi, Turquía fue el principal aliado de occidente en Medio Oriente (junto a Israel), cuya misión asignada y aceptada consistía en contener a la Unión Soviética. La presencia militar estadounidense en Turquía siempre fue un elemento considerado estratégico por el Pentágono. Este papel comenzó un lento deshielo desde que en el 1989 se derrumbó la Unión Soviética y desaparecieron así las amenazas provenientes del este que mantuvieron al país amarrado a Washington. En los últimos meses este proceso se aceleró al punto de constituir “la más profunda revisión efectuada por Ankara desde su entrada a la OTAN en 1952”.
El ataque israelí a la Franja de Gaza en diciembre de 2008 fue, según el GEAB, el acontecimiento que aceleró el cambio de orientación turco. Luego vino la decisión de revocar la autorización a la aviación israelí para realizar entrenamientos en el espacio aéreo turco.
Raúl Zibechi
En un excelente análisis de la situación estratégica mundial, el especialista Raúl Zibechi señala que el caso más notable, y en el que todos los observadores coinciden, es el vigoroso ascenso de China como única potencia capaz de desplazar a los Estados Unidos. A la vez se suceden otros cambios menos visibles, no tan contundentes, pero que representan cargas de profundidad al sistema de alianzas en el que se asentó la hegemonía occidental en el último medio siglo, o sea desde que en 1945 finalizó la Segunda Guerra Mundial.
Por ejemplo, Alemania profundiza su alejamiento de Washington y se acerca a Rusia; Turquía hace lo mismo, pero también se aleja de Israel, y se aproxima a Siria e Irán; Japón entra en colisión con la política militar del Pentágono y tiende la mano a China. Más aún: sectores de la Unión Europea piden el ingreso de Rusia a la OTAN y Brasil ya tiene un verdadero conflicto con la Casa Blanca.
Según todos los datos, esto es apenas el comienzo de un profundo reajuste que no dejará nada en su lugar. Un ejemplo: el reciente ataque especulativo de los (fondos de seguro) hedge funds al euro ha provocado una creciente desconfianza de los europeos hacia Wall Street, al punto que Alemania y Francia se plantean crear el Fondo Monetario Europeo.
Durante la guerra fría, apunta Zibechi, Turquía fue el principal aliado de occidente en Medio Oriente (junto a Israel), cuya misión asignada y aceptada consistía en contener a la Unión Soviética. La presencia militar estadounidense en Turquía siempre fue un elemento considerado estratégico por el Pentágono. Este papel comenzó un lento deshielo desde que en el 1989 se derrumbó la Unión Soviética y desaparecieron así las amenazas provenientes del este que mantuvieron al país amarrado a Washington. En los últimos meses este proceso se aceleró al punto de constituir “la más profunda revisión efectuada por Ankara desde su entrada a la OTAN en 1952”.
El ataque israelí a la Franja de Gaza en diciembre de 2008 fue, según el GEAB, el acontecimiento que aceleró el cambio de orientación turco. Luego vino la decisión de revocar la autorización a la aviación israelí para realizar entrenamientos en el espacio aéreo turco.
En octubre de 2009 Ankara rechazó la participación de Israel en maniobras de la OTAN y anunció la realización de maniobras conjuntas con Siria. Si lo anterior significa un cambio a contramano de lo que Estados Unidos espera de un aliado, las cosas fueron más lejos cuando el primer ministro turco, Recep Erdogan, se definió públicamente como amigo del presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad, sellando la negativa a acompañar las sanciones a Irán por su programa nuclear.
Las crecientes dificultades para el ingreso de Turquía en la Unión Europea es otro punto de fricción con los países occidentales. Las condiciones de la UE para aceptar la adhesión han sido mal recibidas en Turquía, tanto por el gobierno como por una opinión pública sensible a cualquier intromisión foránea, ya que se va abriendo paso la percepción de que son rechazados por los europeos.
Las crecientes dificultades para el ingreso de Turquía en la Unión Europea es otro punto de fricción con los países occidentales. Las condiciones de la UE para aceptar la adhesión han sido mal recibidas en Turquía, tanto por el gobierno como por una opinión pública sensible a cualquier intromisión foránea, ya que se va abriendo paso la percepción de que son rechazados por los europeos.
El último conflicto se desató a comienzos de marzo cuando la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes aprobó una declaración que califica de “genocidio“ las masacres de armenios durante el Imperio Otomano. La resolución irritó al gobierno turco porque, en su opinión, demuestra que el gobierno estadounidense “no insistió suficientemente” en sus esfuerzos para impedir su adopción.
Por otro lado, el ministro de Relaciones Exteriores turco, Ahmet Davutoglu, agregó que su gobierno estaba “sumamente afectado”. Los armenios presionan en Estados Unidos para que sean reconocidas como “genocidio” las masacres y deportaciones en las que más de un millón y medio de armenios perdieron la vida entre 1915 y 1917.
Por otro lado, el ministro de Relaciones Exteriores turco, Ahmet Davutoglu, agregó que su gobierno estaba “sumamente afectado”. Los armenios presionan en Estados Unidos para que sean reconocidas como “genocidio” las masacres y deportaciones en las que más de un millón y medio de armenios perdieron la vida entre 1915 y 1917.
Por su parte, Turquía reconoce la muerte de 300.000 a 500.000 personas, pero alega que no fueron víctimas de una campaña de exterminio sino del caos de los últimos años del Imperio Otomano. La polémica está servida y la Casa Blanca no podrá conformar a ambas partes, en tanto Hillary Clinton aseguró que “trabajaremos muy duro” para evitar que el proyecto llegue al plenario de la Cámara de Representantes.
Este viraje de Turquía fuera del campo occidental sucede mientras gobierna un partido religioso, el akp, y se debilita el poder de los militares, que siempre fueron el sector más pro-occidental del país. En febrero fueron detenidos 67 altos mandos militares, de los cuales 31 han sido enviados a prisión provisional, acusados de haber tramado un golpe de Estado en 2003, un año después de que fuera elegido el actual gobierno.
Para Raúl Zibechi la situación en Alemania y Japón no es menos conflictiva. A fines de febrero el ministro alemán de Relaciones Exteriores, Guido Westerwelle, pidió a Estados Unidos que retire las armas nucleares que mantiene en ese país (diario Der Spiegel, 25 de febrero). El ministro alemán siguió los pasos de Noruega, Bélgica, Holanda y Luxemburgo, que enviaron una misiva el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmusssen, para que la próxima conferencia del organismo discuta la desnuclearización de Europa.
Este viraje de Turquía fuera del campo occidental sucede mientras gobierna un partido religioso, el akp, y se debilita el poder de los militares, que siempre fueron el sector más pro-occidental del país. En febrero fueron detenidos 67 altos mandos militares, de los cuales 31 han sido enviados a prisión provisional, acusados de haber tramado un golpe de Estado en 2003, un año después de que fuera elegido el actual gobierno.
Para Raúl Zibechi la situación en Alemania y Japón no es menos conflictiva. A fines de febrero el ministro alemán de Relaciones Exteriores, Guido Westerwelle, pidió a Estados Unidos que retire las armas nucleares que mantiene en ese país (diario Der Spiegel, 25 de febrero). El ministro alemán siguió los pasos de Noruega, Bélgica, Holanda y Luxemburgo, que enviaron una misiva el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmusssen, para que la próxima conferencia del organismo discuta la desnuclearización de Europa.
Por su lado, Alemania alberga 20 de los 200 misiles nucleares que el Pentágono tiene estacionados en Europa. Aunque Westerwelle viene solicitando desde hace algunos meses una medida de ese tipo, algunos analistas estiman que trata de utilizar el tema para sintonizar con una opinión pública que desde hace años rechaza las armas nucleares y exige vehementemente su retirada. Sea como fuere, hay dos hechos incontrastables: Alemania consolida su autonomía de Estados Unidos, algo que viene aconteciendo desde que el canciller Willy Brandt lanzó a comienzos de la década de 1970 la Ostpolitik para afianzar relaciones pacíficas con la Unión Soviética.
Un paso más lo están dando Alemania y Francia (ambos con gobiernos conservadores) al proponer a la Comisión Europea la creación de un Fondo Monetario Europeo, como reacción ante el feroz ataque especulativo de Wall Street contra Grecia y España (diario Le Monde, 8 de marzo). Fue el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble quien vinculó el tema a al estabilidad del euro, aclarando de modo muy significativo que “la zona del euro es capaz de solucionar sus problemas por sí sola”, rechazando la intervención del FMI.
Un paso más lo están dando Alemania y Francia (ambos con gobiernos conservadores) al proponer a la Comisión Europea la creación de un Fondo Monetario Europeo, como reacción ante el feroz ataque especulativo de Wall Street contra Grecia y España (diario Le Monde, 8 de marzo). Fue el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble quien vinculó el tema a al estabilidad del euro, aclarando de modo muy significativo que “la zona del euro es capaz de solucionar sus problemas por sí sola”, rechazando la intervención del FMI.
El contencioso entre Estados Unidos y Japón es más reciente pero puede afectar toda la arquitectura de la superpotencia en el Pacífico. El 31 de marzo el Partido Demócrata desplazó al Partido Liberal por vez primera en 55 años. Washington perdió un aliado, algo que fue visible cuando el nuevo primer ministro, Yukio Hatoyama, encaró de forma diferente el viejo litigio sobre las bases estadounidenses en Okinawa.
La profundidad de la crisis en curso en los países mencionados debilita el papel de Estados Unidos en el mundo, a tal punto que toda la red de alianzas tejida desde 1945 está haciendo ruido. Y esos crujidos, según el analista, se escuchan en los rincones más inesperados del planeta, y aunque no tienen la envergadura de los tres casos detallados arriba, merecen un seguimiento para confirmar un crecimiento de la tensión en las relaciones internacionales. Cuatro sucesos recientes confirman que vivimos en un mundo más inestable.
La profundidad de la crisis en curso en los países mencionados debilita el papel de Estados Unidos en el mundo, a tal punto que toda la red de alianzas tejida desde 1945 está haciendo ruido. Y esos crujidos, según el analista, se escuchan en los rincones más inesperados del planeta, y aunque no tienen la envergadura de los tres casos detallados arriba, merecen un seguimiento para confirmar un crecimiento de la tensión en las relaciones internacionales. Cuatro sucesos recientes confirman que vivimos en un mundo más inestable.
La reciente visita del vicepresidente Joe Biden a Israel muestra un distanciamiento sin precedentes entre ambos aliados. Biden viajó para entrevistarse con Benjamín Netanyahu y convencerlo de instalar una mesa de negociaciones con los palestinos, ya que Barack Obama considera que la resolución del conflicto en Medio Oriente es la pieza calve en su objetivo de mejorar las relaciones con el mundo árabe. Pero Biden fue recibido con la noticia de la construcción de 1.600 nuevas viviendas en Jerusalén Este.
En contraste, Lula consiguió impactar en su reciente visita a Israel, cuando no sólo se mantuvo firme en su condena a cualquier ataque contra Irán sino que se mostró como posible “puente” en el conflicto, como señala el especialista Pepe Escobar (diario Asia Times, 18 de marzo). Pese a que Biden y Netanyahu son amigos desde hace dos décadas, la Casa Blanca consideró la noticia como una ofensa, al punto que Obama lo tomó como un insulto personal.
En contraste, Lula consiguió impactar en su reciente visita a Israel, cuando no sólo se mantuvo firme en su condena a cualquier ataque contra Irán sino que se mostró como posible “puente” en el conflicto, como señala el especialista Pepe Escobar (diario Asia Times, 18 de marzo). Pese a que Biden y Netanyahu son amigos desde hace dos décadas, la Casa Blanca consideró la noticia como una ofensa, al punto que Obama lo tomó como un insulto personal.
La pequeña venganza de Biden fue llegar una hora y media tarde a la cena con el primer ministro israelí. Es improbable que las cosas vayan más lejos, en vistas de la potencia del lobby judío en Estados Unidos, pero en el Congreso no son pocos los que creen que ha llegado la hora de iniciar un “procedimiento de castigo” contra Israel (diario El País, 12 de marzo), en particular después del criminal abuso cometido con los barcos turcos que llevaban ayuda humanitaria a Gaza.
Finalmente, no puede dejar de tenerse en cuenta que las relaciones entre China y Estados Unidos no dejan de deteriorarse por motivos militares, económicos y políticos. Luego del cuestionado encuentro entre Obama y el Dalai Lama, Washington anunció la venta de un paquete de armas a Taiwán valorado en 6.400 millones de dólares mientras Beijing anunciaba represalias a las empresas involucradas. En todo caso, lo más significativo es un viraje en la política china de compra de bonos del tesoro estadounidense, que se traduce en la venta 45.000 millones de dólares de esos títulos en los últimos cinco meses.
Por último, las relaciones entre la Casa Blanca y Brasil se vienen deteriorando mes a mes, como lo atestigua la reciente visita de la señora Clinton al presidente Lula.
Finalmente, no puede dejar de tenerse en cuenta que las relaciones entre China y Estados Unidos no dejan de deteriorarse por motivos militares, económicos y políticos. Luego del cuestionado encuentro entre Obama y el Dalai Lama, Washington anunció la venta de un paquete de armas a Taiwán valorado en 6.400 millones de dólares mientras Beijing anunciaba represalias a las empresas involucradas. En todo caso, lo más significativo es un viraje en la política china de compra de bonos del tesoro estadounidense, que se traduce en la venta 45.000 millones de dólares de esos títulos en los últimos cinco meses.
Por último, las relaciones entre la Casa Blanca y Brasil se vienen deteriorando mes a mes, como lo atestigua la reciente visita de la señora Clinton al presidente Lula.
Los puntos en disputa son muy variados y algunos han estado en el tapete en los últimos meses: las sanciones a Irán, la reconstrucción de Haití, la democracia en Honduras, las bases en Colombia y la disputa comercial. Lula fue muy claro y dijo que imponer sanciones a Irán puede ser perjudicial para el diálogo con ese país y a la vez defendió el derecho de cualquier país de enriquecer uranio al 20 por ciento como autoriza el Tratado de No Proliferación Nuclear. En todo caso, fue uno de los temas más espinosos en la agenda.
(Raúl Zibechi, periodista uruguayo, es docente e investigador en la Multiversidad Franciscana de América Latina, y asesor de varios colectivos sociales).
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