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El 10 de abril de 2006, un avión DC-9 aterrizó en el aeropuerto de Ciudad del Carmen, a 500 kilómetros del este de México DF. Resultó que en su interior había 5,7 toneladas de cocaína distribuidas en 128 maletas. Las investigaciones arrojaron un dato cuando menos curioso: el avión había sido comprado con dinero blanqueado transferido entre dos cuentas de los que entonces eran dos de los bancos más grandes de EEUU: Wachovia y Bank of America. Y lo más grave es que esto no fue un hecho aislado.
Para el desaparecido Wachovia ayudar a mover dinero del narcotráfico mexicano era una práctica habitual. Wells Fargo, que adquirió la entidad en 2008, en los momentos más complicados de la crisis, ha admitido ante los tribunales que Wachovia falló a la hora de controlar y denunciar capital sospechoso de estar siendo blanqueado por los traficantes, incluido el dinero que se utilizó para comprar cuatro aviones que se utilizaron para transportar unas 22 toneladas de cocaína.
El banco admitió este hecho después de llegar a un acuerdo con las autoridades federales que están investigando las conexiones del narcotráfico mexicano con Estados Unidos.
El "flagrante desprecio" de Wachovia a las leyes
Wachovia ha admitido que no hizo lo suficiente para detectar actividades ilícitas en su gestión mientras pos sus manos pasaban nada menos que 378.400 millones de dólares de casas de cambio de divisas de México entre 2004 y 2007.
Esto supone la mayor violación del Acta de Secreto Bancario y de la Ley contra en blanqueo de dinero de la historia de Norteamérica. Es una cifra que, en conjunto, supone un tercio del PIB de México.
"El flagrante desprecio de Wachovia por nuestras leyes bancarias ha dado a los cárteles internacionales de cocaína una carta blanca virtual para financiar sus operaciones", sentencia Jeffrey Sloman, el fiscal federal que se ha encargado de la investigación.
Detrás de las terribles cifras de policías, militares, periodistas y ciudadanos de a pie asesinados en México como consecuencia de ajustes de cuentas y batallas callejeras, se esconde una industria que suministra cientos de toneladas de cocaína, heroína, marihuana y metanfetamina a los 20 millones de ciudadanos estadounidenses que consumen drogas de forma habitual.
Los cárteles han creado una red de traficantes en 231 ciudades del país vecino, que generan un beneficio de alrededor de 39.000 millones de dólares anualmente, según estimaciones del Departamento de Justicia de EEUU.
Coladas de dinero 'sucio'
"Son los bancos que ayudan a blanquear dinero de los cárteles los que financian esta tragedia", afirma Martin Woods, que fue director de la unidad anti blanqueo de capitales de Wachovia en Londres entre 2006 y 2009. Woods dejó su cargo disgustado porque según él los ejecutivos de la entidadmiraban hacia otro lado.
Pero Wachovia es sólo uno de los bancos estadounidenses cuyas cuentas han sido utilizadas para mover cash manchado de droga. En las últimas dos décadas, los traficantes latinoamericanos han buscado cobijo en las entidades norteamericanas para su dinero, según Paul Campo, responsable de la unidad de crímenes financieros de la Administración Estadounidense de Narcóticos (US Drug Enforcement Administration).
American Express Bank International, por ejemplo, tuvo que pagar sendas multas en 1994 y 2007 después de admitir que había fallado en el control de dinero blanqueado en sus cuentas. Los traficantes de drogas también utilizaron cuentas de Bank of America en Oklahoma para comprar tres de los aviones que utilizaron en el transporte de cocaína.
Además, entre 2002 y 2009 las autoridades federales detuvieron a varias personas relacionadas con cárteles mexicanos depositando fondos ilícitos en oficinas de BoA en Atlanta, Chicago y Brownsville (Texas).
Salto a Europa
La mancha también llegó a Europa. Así, varios traficantes utilizaron empresas tapadera para abrir cuentas en HSBC, según una reciente investigación del Ministerio de Finanzas mexicano. También Banco Santander se vio salpicado, junto con Citigroup, en un caso en el que dinero blanqueado a través de casas de cambio en México acabó en algunas de sus cuentas.
Sin embargo, ni BoA, ni HSBC, ni Citi ni Santander han sido acusados de mala praxis. Según las entidades, las leyes mexicanas les prohíben hablar del caso, pero todas se toman la lucha contra los narcos muy en serio y han reforzado cuidadosamente sus controles para detectar dinero sucio.
Además, han tomado otras medidas. HSBC, por ejemplo, ya no acepta depósitos en dólares en cuentas de México, mientras que Citigroup ya no permite que ciudadanos que no son clientes cambien dinero en sus oficinas.
El 10 de abril de 2006, un avión DC-9 aterrizó en el aeropuerto de Ciudad del Carmen, a 500 kilómetros del este de México DF. Resultó que en su interior había 5,7 toneladas de cocaína distribuidas en 128 maletas. Las investigaciones arrojaron un dato cuando menos curioso: el avión había sido comprado con dinero blanqueado transferido entre dos cuentas de los que entonces eran dos de los bancos más grandes de EEUU: Wachovia y Bank of America. Y lo más grave es que esto no fue un hecho aislado.
Para el desaparecido Wachovia ayudar a mover dinero del narcotráfico mexicano era una práctica habitual. Wells Fargo, que adquirió la entidad en 2008, en los momentos más complicados de la crisis, ha admitido ante los tribunales que Wachovia falló a la hora de controlar y denunciar capital sospechoso de estar siendo blanqueado por los traficantes, incluido el dinero que se utilizó para comprar cuatro aviones que se utilizaron para transportar unas 22 toneladas de cocaína.
El banco admitió este hecho después de llegar a un acuerdo con las autoridades federales que están investigando las conexiones del narcotráfico mexicano con Estados Unidos.
El "flagrante desprecio" de Wachovia a las leyes
Wachovia ha admitido que no hizo lo suficiente para detectar actividades ilícitas en su gestión mientras pos sus manos pasaban nada menos que 378.400 millones de dólares de casas de cambio de divisas de México entre 2004 y 2007.
Esto supone la mayor violación del Acta de Secreto Bancario y de la Ley contra en blanqueo de dinero de la historia de Norteamérica. Es una cifra que, en conjunto, supone un tercio del PIB de México.
"El flagrante desprecio de Wachovia por nuestras leyes bancarias ha dado a los cárteles internacionales de cocaína una carta blanca virtual para financiar sus operaciones", sentencia Jeffrey Sloman, el fiscal federal que se ha encargado de la investigación.
Detrás de las terribles cifras de policías, militares, periodistas y ciudadanos de a pie asesinados en México como consecuencia de ajustes de cuentas y batallas callejeras, se esconde una industria que suministra cientos de toneladas de cocaína, heroína, marihuana y metanfetamina a los 20 millones de ciudadanos estadounidenses que consumen drogas de forma habitual.
Los cárteles han creado una red de traficantes en 231 ciudades del país vecino, que generan un beneficio de alrededor de 39.000 millones de dólares anualmente, según estimaciones del Departamento de Justicia de EEUU.
Coladas de dinero 'sucio'
"Son los bancos que ayudan a blanquear dinero de los cárteles los que financian esta tragedia", afirma Martin Woods, que fue director de la unidad anti blanqueo de capitales de Wachovia en Londres entre 2006 y 2009. Woods dejó su cargo disgustado porque según él los ejecutivos de la entidadmiraban hacia otro lado.
Pero Wachovia es sólo uno de los bancos estadounidenses cuyas cuentas han sido utilizadas para mover cash manchado de droga. En las últimas dos décadas, los traficantes latinoamericanos han buscado cobijo en las entidades norteamericanas para su dinero, según Paul Campo, responsable de la unidad de crímenes financieros de la Administración Estadounidense de Narcóticos (US Drug Enforcement Administration).
American Express Bank International, por ejemplo, tuvo que pagar sendas multas en 1994 y 2007 después de admitir que había fallado en el control de dinero blanqueado en sus cuentas. Los traficantes de drogas también utilizaron cuentas de Bank of America en Oklahoma para comprar tres de los aviones que utilizaron en el transporte de cocaína.
Además, entre 2002 y 2009 las autoridades federales detuvieron a varias personas relacionadas con cárteles mexicanos depositando fondos ilícitos en oficinas de BoA en Atlanta, Chicago y Brownsville (Texas).
Salto a Europa
La mancha también llegó a Europa. Así, varios traficantes utilizaron empresas tapadera para abrir cuentas en HSBC, según una reciente investigación del Ministerio de Finanzas mexicano. También Banco Santander se vio salpicado, junto con Citigroup, en un caso en el que dinero blanqueado a través de casas de cambio en México acabó en algunas de sus cuentas.
Sin embargo, ni BoA, ni HSBC, ni Citi ni Santander han sido acusados de mala praxis. Según las entidades, las leyes mexicanas les prohíben hablar del caso, pero todas se toman la lucha contra los narcos muy en serio y han reforzado cuidadosamente sus controles para detectar dinero sucio.
Además, han tomado otras medidas. HSBC, por ejemplo, ya no acepta depósitos en dólares en cuentas de México, mientras que Citigroup ya no permite que ciudadanos que no son clientes cambien dinero en sus oficinas.
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