viernes, 24 de mayo de 2013

¿Ha fracasado el modelo sueco?


Los disturbios que se han registrado en los últimos días en Estocolmo, una de las capitales más ricas de Europa, han conmocionado a un país que se enorgullece de su reputación de justicia social y han alimentado las dudas sobre la forma de abordar el paro juvenil y la entrada de inmigrantes. Análisis: Suecia o el inicio del Estado de Bienestar.

Cientos de jóvenes han incendiado coches y han atacado este miércoles a la Policía y a los servicios de Rescate suecos por tercera noche consecutiva en varios suburbios de inmigrantes de la capital. "Hemos tenido unos 30 coches en llamas la pasada noche, unos incendios que relacionamos con bandas juveniles y delincuentes", indicó Kjell Lindgren, portavoz de la policía de la ciudad.
Además, ha sido atacada una comisaría, dos escuelas sufrieron daños y un centro de arte fue incendiado, con un saldo de ocho detenidos por el momento. Pese a un llamamiento a la calma del primer ministro, Fredrik Reinfeldt, la violencia se ha extiendo desde la muerte a manos de la policía de un hombre de 69 años. El fallecido, que fue visto paseándose por la calle con un machete, fue tiroteado por los agentes, lo que ha suscitado acusaciones de brutalidad policial.

Cuestionar el modelo sueco

Estos hechos han abierto el debate sobre la forma de abordar el paro juvenil y la entrada de inmigrantes del país nórdico. Tras décadas de modelo sueco caracterizado por un generoso estado del bienestar, Suecia ha reducido el papel del Estado desde la década de 1990, con el mayor crecimiento de la desigualdad en el área de la OCDE de economías desarrolladas.
Aunque el nivel de vida está aún entre los más altos de Europa, los sucesivos gobiernos no han logrado reducir el paro juvenil a largo plazo y la pobreza, que ha afectado con más fuerza a los inmigrantes.
En concreto, según datos de la OCDE, el desempleo entre los nacidos fuera de Suecia está en el 16%, frente al 6% para los nacidos en el país, según datos de la OCDE.
El tabloide de izquierda Aftonbladet ha llegado a afirmar que los disturbios representan un "gigantesco fracaso" de una política gubernamental que ha llevado al aumento de los guetos en los barrios."Hemos fracasado en dar esperanza de futuro a la mayoría de la gente de los barrios", dijo Anna-Margrethe Livh del partido opositor Partido de Izquierda en el diario Svenska Dagbladet.

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