Joe Biden/ Batalla por el Alma de la Nación
Joe Biden expuso su visión de política exterior para que los Estados Unidos restauren un liderazgo digno en casa y un liderazgo respetado en el escenario mundial. Argumentando que nuestras políticas en el país y en el extranjero están profundamente conectadas, Joe Biden anunció que, como presidente, promoverá la seguridad, la prosperidad y los valores de los Estados Unidos al tomar medidas inmediatas para renovar nuestra propia democracia y alianzas, proteger nuestro futuro económico, y una vez más colocar a los Estados Unidos a la cabecera de la mesa, liderando al mundo para abordar los desafíos globales más urgentes.
En una
administración Biden, los Estados Unidos liderarán con el ejemplo y reunirán al
mundo para enfrentar nuestros desafíos comunes que ninguna nación puede
enfrentar por sí sola, desde el cambio climático hasta la proliferación
nuclear, desde la gran agresión de poder hasta el terrorismo transnacional,
desde la guerra cibernética hasta la migración masiva. Las políticas erráticas
de Donald Trump y el fracaso al no defender los principios democráticos básicos
han entregado nuestra posición en el mundo, han socavado nuestras alianzas
democráticas, han debilitado nuestra capacidad de movilizar a otros para
enfrentar estos desafíos y han amenazado nuestra seguridad y nuestro futuro.
En un
discurso en The Graduate Center en CUNY en Nueva York, Joe Biden presentó su
plan para reparar el daño causado por el presidente Trump y trazar un rumbo
fundamentalmente diferente para la política exterior estadounidense hacia el
mundo tal como lo encontramos hoy, y como anticipamos será mañana. Biden
continuará ampliando esta visión en el transcurso de la campaña.
Revitalizar
nuestra propia democracia y fortalecer la coalición de democracias que nos
respaldan
La
democracia es la raíz de nuestra sociedad, el manantial de nuestro poder y la
fuente de nuestra renovación. Fortalece y amplifica nuestro liderazgo para
mantenernos a salvo en el mundo. Es el motor de nuestro ingenio que impulsa
nuestra prosperidad económica. Es el corazón de quienes somos y cómo vemos el
mundo, y cómo el mundo nos ve. Es por eso que la capacidad de los Estados
Unidos de ser una fuerza para el progreso en el mundo y para movilizar la
acción colectiva comienza en casa. Los Estados Unidos deben liderar no solo con
el ejemplo del poder, sino también con el poder de nuestro ejemplo.
Entre
sus primeras acciones como presidente, Joe Biden:
o
Reforzará nuestra
democracia
o Restructurará nuestro sistema educativo para que la oportunidad de un niño en la vida no esté determinada por su código postal o raza;
o Reformará nuestro sistema de justicia penal para eliminar las desigualdades injustas;
o Restaurará la Ley de Derechos Electorales;
o Buscará una mayor transparencia en nuestro sistema de financiamiento de campañas para que el dinero, extranjero y nacional, no contamine nuestra política;
o Dedicará mayores recursos, incluidos los recursos cibernéticos, para defender nuestros sistemas electorales.
o Pondrá fin a la práctica de las empresas fantasmas anónimas;
o Instituirá políticas estrictas de conflicto de intereses y anticorrupción para cada miembro de la administración de Biden, para que no actuén para su propio beneficio;
o Reanudará inmediatamente a las sesiones informativas diarias para la prensa en la Casa Blanca, en el Departamento de Estado de los EE.UU. y el Departamento de Defensa de los EE.UU. Nuestra política exterior depende del consentimiento informado del pueblo estadounidense. Eso no es posible cuando nuestro gobierno se niega a comunicarse con el público.
Restaurará
nuestro liderazgo moral
· Pondrá fin de inmediato a la horrible práctica de separar familias en nuestra frontera y mantener a los niños inmigrantes en prisiones con fines de lucro. Abandonar nuestros valores más profundos no hace nada para aumentar la seguridad en nuestra frontera, y todo para disminuir nuestra posición en el mundo. Al mismo tiempo, como presidente, Biden establecerá políticas sensatas que mejoren los procedimientos de inspección en nuestros puertos de entrada legales y realizará inversiones inteligentes en tecnología fronteriza, en cooperación con Canadá y México.
· Protegerá a los miembros indocumentados de nuestras fuerzas armadas, los veteranos y sus cónyuges de la deportación porque si está dispuesto a arriesgar su vida por este país, usted y su familia se han ganado la oportunidad de vivir vidas seguras, saludables y productivas en los Estados Unidos;
Ordenará una revisión del estado de protección temporal a las poblaciones vulnerables que no pueden encontrar seguridad en países desgarrados por la violencia o el desastre, incluidos los venezolanos y los haitianos.
· Pondrá fin a la prohibición de viaje contra las personas de países de mayoría musulmana;
·
Revertirá las políticas perjudiciales de asilo de Trump y elevará nuestro objetivo de admisión de refugiados a un nivel acorde con nuestra responsabilidad y la necesidad global sin precedentes;
· Pondrá fin a la Regla Global de Mordaza, que evita que el dinero vaya a ONG internacionales que siquiera hablan de aborto;
· Regresará al enfoque, a nivel de gobierno, de elevar los derechos de las mujeres y las niñas en los Estados Unidos y en todo el mundo, incluyendo enfocarse en medidas para abordar la violencia de género a nivel internacional.
· Reafirmará la prohibición contra la tortura y restablecerá una mayor transparencia en nuestras operaciones militares, incluidas las políticas instituidas durante la administración Obama-Biden para reducir las bajas civiles;
· Restaurará un compromiso con la ciencia y la verdad en el gobierno, incluyendo restituir las palabras “cambio climático”.
· Restituirá la frase
“nación de inmigrantes” a la declaración de misión de nuestros Servicios de
Ciudadanía e Inmigración, porque eso es lo que somos.
Revitalizará nuestro compromiso nacional para promover los derechos humanos y la democracia en todo el mundo.
Luego
de tomar estos pasos esenciales para reforzar la base democrática de nuestro
país e inspirar acción en otros, el presidente Biden organizará y llevará a
cabo una Cumbre por la Democracia mundial para renovar el espíritu y el
propósito compartido de las naciones del mundo libre. Durante su primer año en
el cargo, el presidente Biden reunirá a las democracias del mundo para
fortalecer nuestras instituciones democráticas, enfrentar honestamente el
desafío de las naciones que están retrocediendo y forjar una agenda común para
abordar las amenazas a nuestros valores comunes.
La
cumbre dará prioridad a los resultados al impulsar nuevos compromisos
significativos de los países en tres áreas: (1) la lucha contra la corrupción;
(2) la defensa contra el autoritarismo, incluida la seguridad electoral; y (3)
promover los derechos humanos en sus propias naciones y en el extranjero.
La
cumbre incluirá organizaciones de la sociedad civil de todo el mundo que están
en primera línea en la defensa de nuestras democracias.
La
cumbre también emitirá un Llamado a la Acción para que el sector privado,
incluidas las corporaciones tecnológicas y los gigantes de las redes sociales,
asuman sus propios compromisos, reconozcan sus responsabilidades y su enorme
interés en preservar sociedades abiertas y democráticas y proteger la libertad
de expresión. Por ejemplo, las compañías de tecnología, que se benefician de
los frutos de la democracia, deben hacer promesas concretas sobre cómo pueden
garantizar que sus algoritmos y plataformas no estén potenciando el estado de
vigilancia, facilitando la represión en China y en otros lugares,
propagando el odio, incitando a la gente a la violencia y siendo susceptibles
al uso indebido.
Como un ejemplo de la acción concreta que nuestro mundo necesita, Joe Biden se desempeñó como miembro fundador de una Comisión Transatlántica sobre Integridad Electoral, para luchar contra los ataques de Rusia a las democracias occidentales. La Comisión pidió a los políticos de toda Europa que firmen un compromiso con la transparencia en el financiamiento de campañas y que rechacen el uso de material falsificado o pirateado. Ahora que es candidato a un cargo, Biden ha firmado ese compromiso y está pidiendo a cada persona que se postule para presidente que haga lo mismo.
Equipará a nuestra gente para tener éxito en una economía global con una política exterior para la clase media
Joe
Biden cree que la seguridad económica es seguridad nacional. Por eso, como
presidente, Biden promoverá una política exterior para la clase media. Para
ganar la competencia para el futuro contra China o cualquier otro país,
debemos reforzar nuestra ventaja innovadora y unir el poder económico de las
democracias de todo el mundo para contrarrestar las prácticas económicas
abusivas.
Reconstruirá
la clase media, la columna vertebral
del país: Dará a cada alumno las habilidades que necesita para obtener un buen
trabajo en el siglo 21; asegurará que todos los estadounidenses tengan acceso a
servicios de salud de calidad y a bajo precio; invertirá en infraestructura;
elevará el salario mínimo a $15; y liderará la revolución de la economía limpia
para crear 10 millones de nuevos empleos en los Estados Unidos.
Invertirá
en nuestra ventaja innovadora:
Liberará todo el potencial de nuestra nación, que incluye universidades de
investigación inigualables, capital de riesgo sin precedentes y el espíritu
empresarial y compromiso inigualable de nuestros ciudadanos con el trabajo
duro, con inversiones en investigación y desarrollo para impulsar los avances
en energía limpia, informática cuántica, inteligencia artificial, 5G
y ferrocarril de alta velocidad. Debemos garantizar que las tecnologías del
futuro, como la IA, estén sujetas a las leyes y la ética y promuevan una mayor
prosperidad y democracia compartidas. Una administración de Biden se unirá a
nuestros aliados democráticos para desarrollar redes de 5G
seguras, dirigidas por el sector privado, sin dejar atrás a ninguna comunidad,
rural o de bajos ingresos.
Garantizará que las normas beneficien a nuestros trabajadores y a nuestras comunidades: En el comercio, no volveremos a hacer las cosas como antes. Y se asegurará de que negociemos desde la posición más fuerte posible. Al unirnos con las demás democracias, representamos aproximadamente la mitad del PIB mundial. Como presidente, Biden utilizará esta influencia sustancial para dar forma a las futuras normas en todos los ámbitos, desde el medio ambiente hasta el trabajo, el comercio, la transparencia, de la no proliferación al robo cibernético y de la privacidad de los datos a la inteligencia artificial, para que continúen reflejando los intereses y valores democráticos: los intereses y valores de los Estados Unidos.
Renovará el liderazgo estadounidense para movilizar la acción mundial ante las amenazas mundiales
El
mundo no se organiza a sí mismo. El liderazgo estadounidense, respaldado por
objetivos claros y estrategias sólidas, es necesario para abordar de manera
efectiva los desafíos globales definitorios de nuestro tiempo. Para liderar
nuevamente, debemos restaurar nuestra credibilidad e influencia. Desde el
primer día de una Administración Biden, otros países tendrán una vez más
razones para confiar y respetar la palabra de un presidente estadounidense.
Trabajando juntas, las democracias pueden y deben enfrentar el surgimiento de
populistas, nacionalistas y demagogos; la creciente fuerza de los poderes
autocráticos y sus esfuerzos por dividir y manipular las democracias; y las
amenazas únicas de nuestro tiempo, incluida la amenaza renovada de una guerra
nuclear, la migración masiva, el efecto perturbador de las nuevas tecnologías y
el cambio climático.
Defenderá nuestros intereses vitales: como presidente, Biden nunca dudará en proteger al pueblo estadounidense, incluyendo cuando sea necesario, mediante el uso de la fuerza. Tenemos el ejército más fuerte del mundo, y como presidente, Biden se asegurará de que siga siendo así. La Administración Biden hará las inversiones necesarias para equipar a nuestras tropas para los desafíos del próximo siglo, no del último. Pero el uso de la fuerza debería ser nuestro último recurso, no el primero, utilizado solo para defender nuestros intereses vitales, cuando el objetivo es claro y alcanzable, y con el consentimiento informado del pueblo estadounidense.
Terminará
las guerras para siempre: Biden pondrá fin
a las guerras para siempre en Afganistán y el Oriente Medio, que nos han
costado sangre y tesoros incalculables. Como ha argumentado durante mucho
tiempo, Biden traerá a la gran mayoría de nuestras tropas a casa de Afganistán
y enfocará nuestra misión en Al-Qaeda e ISIS. Y pondrá fin a nuestro apoyo a la
guerra liderada por Arabia Saudita en Yemen. Mantenernos atrincherados en
conflictos imposibles de ganar solo agota nuestra capacidad de liderar en otros
asuntos que requieren nuestra atención, y nos impide reconstruir los otros
instrumentos del poder estadounidense.
Elevará la diplomacia: como presidente, Biden elevará la diplomacia como la principal herramienta de nuestro compromiso global. Reconstruirá un moderno y ágil Departamento de Estado de los EE. UU.. invirtiendo y fortaleciendo el mejor cuerpo diplomático del mundo y aprovechando todo el talento y la riqueza de la diversidad de los Estados Unidos. Trabajar en cooperación con otras naciones nos hace más seguros y más exitosos. Por ejemplo, como presidente, Biden lanzará una revisión de arriba a abajo de nuestros fondos a Centroamérica para determinar cómo podemos ampliar una iniciativa exitosa de la administración Obama-Biden que aseguró compromisos concretos de los líderes de El Salvador, Guatemala y Honduras para enfrentar la corrupción, la violencia y la pobreza endémica que impulsan la migración.
Restaurará
y reimaginará las alianzas: una
Administración Biden hará más que restaurar nuestras alianzas históricas;
liderará el esfuerzo de reimaginarlas para el futuro. Esto significa mantener
las capacidades militares de la OTAN al día, al tiempo que
amplíamos nuestra capacidad para enfrentar nuevas amenazas no tradicionales
como la corrupción usada como un arma, el robo cibernético y los nuevos
desafíos en el espacio y en alta mar; pidiendo a todas las naciones de la OTAN
que vuelvan a comprometerse con sus responsabilidades como miembros de una
alianza democrática; y fortalecer la cooperación con socios democráticos más
allá de América del Norte y Europa al contactar a nuestros socios en Asia para
fortalecer nuestras capacidades colectivas e integrar a nuestros amigos en América
Latina y África. Cuando los Estados Unidos organicen la próxima Cumbre
de las Américas en el 2021, el presidente Biden aprovechará esta oportunidad
para reconstruir fuertes lazos hemisféricos basados en el respeto a la democracia,
los derechos humanos y el estado de derecho. También fortaleceremos nuestras
alianzas con Japón, Corea del Sur, Australia y otras democracias asiáticas, al
tiempo que mantenemos un compromiso firme con la seguridad de Israel.
Renovará
nuestro compromiso con el control de armas para una nueva era :
El
histórico acuerdo nuclear de Irán, negociado por la administración Obama-Biden
junto con nuestros aliados y otras potencias mundiales, impidió que Irán
obtuviera un arma nuclear. Sin embargo, Trump decidió dejarlo de lado, lo que
provocó que Irán reiniciara su programa nuclear y se volviera más desafiante,
llevando a la región a la antesala de otra guerra desastrosa. Si Teherán vuelve
a cumplir con el acuerdo, el presidente Biden volvería a firmarlo, utilizando
la diplomacia firme y el apoyo de nuestros aliados para fortalecerlo y
extenderlo, mientras rechaza más eficazmente las otras actividades
desestabilizadoras de Irán.
En
Corea del Norte, el presidente Biden dará poder a nuestros negociadores y
comenzará una campaña sostenida y coordinada con nuestros aliados y otros,
incluyendo China, para avanzar en nuestro objetivo compartido de una Corea del
Norte desnuclearizada.
Como
presidente, Biden buscará una extensión del Nuevo Tratado START, un ancla de
estabilidad estratégica entre los Estados Unidos y Rusia, y lo usará como base
para nuevos acuerdos de control de armas.
El presidente Biden tomaría otras medidas para demostrar nuestro compromiso con reducir el papel de las armas nucleares. Como dijo en 2017, Biden cree que el único propósito del arsenal nuclear de los EE. UU. debe ser disuadir, y si es necesario, tomar represalias contra, un ataque nuclear. Como presidente, trabajará para poner esa creencia en práctica, en consulta con nuestros aliados y militares.
Reunirá
al mundo para abordar la crisis climática existencial: la Administración Biden
se unirá al Acuerdo Climático de París el primer día y liderará un importante
impulso diplomático para elevar las aspiraciones de los objetivos climáticos de
los países. Para catalizar este esfuerzo y demostrar acciones concretas en la
nación con el fin de lograr una economía de energía limpia con emisiones netas
cero para el 2050, el presidente Biden, como se describe en su plan integral,
en sus primeros 100 días en el cargo:
Convocará
una cumbre mundial sobre el clima para involucrar directamente a los líderes de
las principales naciones emisoras de carbono del mundo para convencerlos de que
se unan a los Estados Unidos y hagan promesas nacionales más ambiciosas, más
allá de los compromisos que ya han hecho.
Asegurará
compromisos exigibles que reduzcan las emisiones en el transporte marítimo y la
aviación global, y aplicará medidas firmes para asegurar que otras naciones no
puedan debilitarnos económicamente a medida que cumplamos nuestros propios
compromisos. Esto incluye presionar a China, el mayor emisor de carbono del
mundo, para que deje de subsidiar las exportaciones de carbón y externalizar su
contaminación a otros países financiando miles de millones de dólares en
proyectos sucios de energía de combustibles fósiles a través de su Iniciativa
Belt and Road.
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