martes, 23 de junio de 2020

Las tres armas más destacadas de Rusia en el siglo XXI


Russia Beyond presenta los tres sistemas armamentísticos más avanzados desarrollados por la industria militar rusa en la primera mitad del siglo XXI.


En el aire: Su-57
La oficina de diseño Sujói comenzó a trabajar en este nuevo caza en 2002. El 21 de febrero de 2014 se realizaron las primeras pruebas en el ejército con el prototipo.
Se diferencia cardinalmente de su predecesor. El nuevo modelo se incluye en la clase de aviones pesados, aunque se ha utilizado una gran cantidad de materiales compuestos en el 70 % de la superficie del avión (esto equivale al 25 % del peso total) lo que reduce considerablemente su peso.

El motor de este avión permite alcanzar la velocidad supersónica sin tener que recurrir al proceso de postcombustión, mientras que el radar Belka —equipado con el sistema AESA— permite seguir simultáneamente cuatro objetivos terrestres y 30 aéreos, y disparar a ocho de ellos. El propio avión puede permanecer oculto a los radares del enemigo gracias a los materiales absorbentes del fuselaje. Este avión de última generación cuenta incluso con asientos eyectables. Su computadora digital detecta automáticamente la velocidad del avión, la altura de vuelo, el ángulo de cabeceo, el de alabeo y la velocidad angular, así como la altura y el peso del piloto.  

En tierra: el Armata


La experiencia de combate en Chechenia ha demostrado que los tanques soviéticos son los más convenientes para las grandes campañas, mientras que en conflictos locales resultan menos adecuados.
La estructura de los tanques T-72 y T-90 deja a su tripulación expuesta a la munición enemiga y sin posibilidad de escapar en caso de detonación.
En el diseño del nuevo vehículo se ha tenido en cuenta todo esto. El T-14 Armata incorpora toda la experiencia adquirida por la industria rusa del tanque.
Este nuevo carro de combate va equipado con un cañón de 125 mm (con posibilidad de instalar uno de 152 mm), la torreta no está tripulada, la ametralladora dispone de autocargador y la tripulación se coloca en fila dentro de una cápsula blindada separada del compartimento de la munición.
El Armata lleva incorporado incluso su propio radar, capaz de detectar hasta 40 objetivos dinámicos y hasta 25 aerodinámicos, además de controlar el terreno en un radio de 100 km. 

En el agua: el submarino clase Boréi


La menor vulnerabilidad del componente marítimo de esta tríada nuclear lo convierte en garante de respuesta ante un posible ataque y constituye un elemento de contención frente a los enemigos de Rusia. Pero el equipamiento de la flota rusa con nuevos submarinos estratégicos se ha demorado considerablemente. El principal motivo de este retraso ha sido la renuncia a los misiles de combustible sólido de 100 toneladas Bark, para los que se habían adaptado las naves del proyecto 955 Boréi. Puesto que la flota necesitaba urgentemente nuevos submarinos estratégicos, en 1998 se optó por la fabricación rápida y, sobre todo, barata de los misiles para submarinos Bulavá, basados en los terrestres Tópol-M.

No se puede decir que las primeras pruebas con los Bulavá fueran como la seda, ya que se detectaron una serie de problemas, pero en los últimos años estos misiles ha ‘aprendido’ a volar.

Los submarinos del proyecto 955 Boréi pueden lanzar misiles Bulavá bajo el hielo del Ártico, donde la ausencia de navegación en superficie dificulta la detección de otros submarinos tanto por satélite como desde las propias naves, e impide la intercepción de misiles en su fase de vuelo inicial. Por otra parte, el submarino es ahora más sigiloso en comparación con sus predecesores y puede disparar bajo el agua estando en movimiento.

El programa estatal prevé la adquisición de 8 submarinos nucleares de este tipo, de los que tres ya se están construyendo: el 'Príncipe Vladímir', el 'Príncipe Oleg' y el 'Príncipe Suvorov’. Es posible que algunos de estos ejemplares se incluyan en el nuevo proyecto Boréi-A, que según declaraciones a la prensa de Igor Vilnit (director de la oficina de diseño central Rubin, donde se han diseñado los submarinos) “añadirá al proyecto algunos complementos”.

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