Por Manuel Freytas (*)
manuelfreytas@iarnoticias.com
IAR Noticias/
Las operaciones de la CIA y de las fuerzas especiales USA-británicas en Libia (que dirigen en forma encubierta a las bandas "rebeldes" desde los territorios tomados) siguieron hasta ahora dos pasos concretos:
Fase 1) La "revuelta popular" (diseñada como la que derrocó a Mubarak en Egipto) que fue aplastada a sangre y fuego por las tropas del régimen.
manuelfreytas@iarnoticias.com
IAR Noticias/
Las operaciones de la CIA y de las fuerzas especiales USA-británicas en Libia (que dirigen en forma encubierta a las bandas "rebeldes" desde los territorios tomados) siguieron hasta ahora dos pasos concretos:
Fase 1) La "revuelta popular" (diseñada como la que derrocó a Mubarak en Egipto) que fue aplastada a sangre y fuego por las tropas del régimen.
Fase 2) La "rebelión armada" que partió del Este, en la frontera con Egipto, y se fue extendiendo con la toma de ciudades, hasta que el aparato militar de Kadafi la fue liquidando gradualmente dejando a los grupos de la CIA atrincherados en Bengasi.
Fase 3) La derrota de la maniobra interna para derrocar y/o matar a Kadafi precipitó un Plan C con la planificación de una intervención militar internacional para derrocarlo que (por las divisiones imperantes en la OTAN y las contradicciones por el petróleo libio existentes entre EEUU y la UE), todavía no pudo ser ejecutada en terreno.
La resolución de la ONU autorizando acciones militares en Libia, y la decisión del eje USA-Gran Bretaña-Francia de lanzar operaciones militares unilaterales inmediatas contra Kadafi, determinó a su vez un cambio del cuadro de situación.
Salvo Italia y Turquía, el resto de las potencias europeas (si bien no quieren participar de los ataques) van a prestar cobertura y logística militar para las operaciones.
Lo que nos lleva a una conclusión: La operación militar podría ser "legitimada" con la estructura de la OTAN, pero los ataques a los blancos en Libia van a ser ejecutados masivamente por el Pentágono acompañado de unidades británicas y francesas.
Como ya lo habíamos proyectado, seguramente se va repetir lo que pasó con la invasión de Irak en el 2003.
De acuerdo con lo resuelto por el Consejo de Seguridad (con la abstención acotada de Rusia y de China) la nueva invasión imperial a un país petrolero se va a realizar bajo el argumento de "detener la muerte de civiles" y restablecer los "derechos humanos" violados por el régimen de Kadafi (en Irak lo hicieron bajo el argumento de terminar con los arsenales de "armas de destrucción masiva" que luego se comprobó que nunca existieron).
No viene mal aclarar que las potencias imperiales (con EEUU a la cabeza) que van a impedir la "muerte de civiles" y a restablecer los "derechos humanos" en Libia son las mismas que en Irak, Afganistán, y en las regiones petroleras de Asia, Medio Oriente y África bombardean sin piedad, durante las 24 horas, a poblaciones civiles, asesinando masivamente a seres humanos indefensos en nombre de la "guerra contra el terrorismo".
El argumento de la invasión, despertó la astucia de Kadafi quien inmediatamente (y a modo de táctica de distracción y de retardamiento del ataque imperial) ordenó un "cese el fuego" basamentado en la protección de vida de civiles y restablecimiento pleno de los derechos humanos, que paralizó y confundió momentáneamente a los mandos imperiales en Washington y en Bruselas.
La movida tenía una matriz clara: Las tropas gubernamentales prácticamente habían terminado con la "sedición", y lo que quedaba permanecía rodeada y sin posibilidades en Bengazi. Por lo tanto, el "alto el fuego" fue lanzado desde una posición de control dominante por el régimen libio.
Operaciones CIA-mediáticas
La estrategia de Kadafi (orientada a retrasar el ataque imperial y profundizar la división entre las potencias) tuvo una inmediata contra-réplica en las operaciones mediáticas primero, y en el campo de las operaciones de los grupos "rebeldes", luego.
Tras la decisión anunciada por el líder libio, en una campaña sincronizada, a nivel masivo y escala global, las agencias y grandes cadenas mediáticas del sistema fueron instalando mediante titulares la "violación del alto el fuego" por parte de Kadafi.
Paralelamente, el gerente negro imperial, Barack Obama, lanzó un ultimátum desde Washington advirtiendo a Kadafi que la única manera de detener una acción militar contra Libia era un alto el fuego con la devolución a los "rebeldes" de las ciudades que las tropas gubernamentales habían recuperado.
En las últimas horas del viernes y en las primeras del sábado (y pese a que el régimen pidió verificadores de la ONU para comprobar el cumplimiento del alto el fuego) los medios internacionales del sistema comenzaron a "informar" sobre el restablecimiento de los ataques terrestres y los bombardeos a Bengazi por parte del aparato militar de Kadafi.
Contradiciendo esta información, la agencia de noticias oficial del régimen de Muamar Kadafi comunicó este sábado que "bandas" rebeldes están atacando a sus tropas cerca de Bengazi obligándolas a responder, y justificar de esa manera la información internacional que habla de enfrentamientos armados.
El viceministro de Exteriores libio, Jaled Kaim, asegura que se ha dado orden a todos los aviones de combate "para que cesen las operaciones" de acuerdo con el alto el fuego unilateral declarado el viernes por el régimen ante la resolución aprobada el viernes por Naciones Unidas, y que da luz verde a la intervención internacional Libia.
No obstante, ahora las agencias internacionales, que solo citan fuentes rebeldes, señalan que las fuerzas de Kadafi ya habrían recuperado la ciudad de Bengazi, la segunda de Libia, donde se inició la rebelión sediciosa.
¿Una cambio de estrategia del líder libio ante un posible ataque en horas por parte de EEUU, Gran Bretaña y Francia?
"Las fuerzas del líder libio Muamar Kadafi entraron el sábado en la ciudad de Bengazi, controlada por los rebeldes, y les forzaron a retirarse, desafiando la amenaza de acción militar de las potencias mundiales", afirma la agencia Reuters.
"El avance en la segunda ciudad de Libia, habitada por unas 670.000 personas, parecía ser un intento de afrontar una posible intervención militar de Occidente, que según diplomáticos se produciría sólo después de una reunión en París del sábado", añade.
Reuters cita a una fuente "rebelde" diciendo: "Europa y Estados Unidos nos han vendido. Hemos estado escuchando bombardeos toda la noche, y no han estado haciendo nada".
Este testimonio muestra a las claras la orientación y los objetivos de la llamada "revolución Libia" lanzada para derrocar a Kadafi y controlar la tercera reserva petrolera de Africa.
El asalto final
Las fuentes libias sostienen que estas operaciones de provocación de los grupos "rebeldes" (orientadas a mostrar que Kadafi violó el alto el fuego) estuvieron diseñadas para apresurar la decisión de los jefes de Estado imperiales que este sábado participan en París de una reunión internacional para resolver la modalidad de un ataque militar a Libia.
Las operaciones para demostrar que Kadafi "violó el alto el fuego" estarían orientadas a solidificar un argumento para lanzar las operaciones militares contra Libia en una Fase 3 del plan de apoderamiento del petróleo libio disfrazado en el argumento de "protección de la vida de los civiles".
La "cumbre" parisina para decidir la intervención militar incluye a representantes de la Liga Árabe y de la Unión Africana, pantallas serviles asociadas a la estrategia del bloque USA-UE en las regiones petroleras.
Francia pidió a la "comunidad internacional" (así se denominan a sí mismos) que actúe con "rapidez" ante la violación del alto el fuego que las tropas de Kadafi estarían desarrollando ahora mismo sobre Bengazi, último bastión asediado del "Gobierno" rebelde.
La secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, el primer ministro británico, David Cameron, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, los impulsores centrales del ataque militar, iban a mantener una reunión privada antes de reunirse en la cumbre para planear la intervención militar respaldada por las Naciones Unidas, señalaron agencias internacionales.
Entre los líderes europeos presentes en París están la canciller alemana, Angela Merkel, que se muestra como no partidaria de ninguna acción, y el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, que ofreció medios aéreos y navales a una eventual operación militar.
De esta manera, después del fracaso de las fases 1 y 2, las potencias imperiales (lideradas por EEUU) intentarán el zarpazo final para poner bajo su control a Libia y a su petróleo.
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(*) Manuel Freytas es periodista, investigador, analista de estructuras del poder, especialista en inteligencia y comunicación estratégica. Es uno de los autores más difundidos y referenciados en la Web.
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