martes, 15 de marzo de 2011

El dudoso futuro de la industria nuclear


Marcelo Justo
BBC Mundo

Las explosiones en la planta nuclear de Fukushima, 250 kilómetros al norte de Tokio, han puesto en entredicho a la industria nuclear. La canciller alemana Angela Merkel aplazó por tres meses la prolongación de la vida útil de las centrales nucleares del país, Austria impulsa pruebas de resistencia nuclear de la Unión Europea (UE), y en EE.UU., líder mundial en reactores nucleares, el congresista demócrata Ed Markey llamó a una moratoria en zonas de actividad sísmica, amenazando el consenso bipartidista existente.

Según críticos de la energía nuclear, como Greenpeace, la tragedia es portadora de un mensaje categórico.

"Las centrales nucleares son una fuente de energía sucia y peligrosa y siempre serán vulnerables a la combinación potencialmente mortal de un error humano, fallos de diseño y desastres", señaló a BBC Mundo Conrado García del Vado, miembro de Greenpeace en España.

clic Lea también: temores por radiación tras tercera explosión

Según sus defensores, es la única estrategia viable en el mundo moderno. "Es la forma de energía más económica y ambientalmente más segura", aseguró a BBC Mundo Ian Hoie-Lacy, jefe de comunicación de la World Nuclear Association

Renacimiento y crisis

La energía nuclear, que tuvo un momento de máxima expansión hace 40 años, está viviendo un nuevo renacimiento luego de la cautela y repliegue que siguieron a desastres como el de Chernobyl, hace 25 años, y el de Three Mile Island en EE.UU. en 1979.

Según la World Nuclear Association se están construyendo unos 60 nuevos reactores, se planean otros 150 en los próximos diez años y 200 más para la década 2020-2030.

Países como Francia, segundo después de EE.UU. en producción de energía nuclear, dependen casi enteramente de esta fuente energética: el 75% de su electricidad proviene de sus 58 reactores nucleares.

China ha completado la construcción de 10 reactores y tiene 30 bajo construcción. India planea construir 20 durante esta década y Rusia quiere duplicar su capacidad en estos 10 años.

En América Latina funcionan seis de los más de 430 reactores nucleares que hay en el mundo. Argentina y Brasil son líderes regionales, seguidos por México y Chile.

Pero el acuerdo que iba a firmar este marzo el presidente Sebastián Piñera con Barack Obama en Santiago para la construcción de un reactor, ha quedado envuelto en la polémica a raíz de Fukushima.

La polémica refleja los problemas de la industria. Chile es un país sísmico con serios problemas de suministro energético.

La energía nuclear también está penetrando a países de ingresos bajos y medios como Vietnam, Bangladesh y Nigeria, que buscan construir sus primeros reactores atómicos.

El fantasma del día después

Los intereses creados - inversiones multimillonarias, necesidades económicas, apuestas políticas - tendrán un fuerte peso a la hora de decidir el futuro.

Pero a diferencia de otros temas, el nuclear despierta fantasmas de supervivencia colectiva, como reconoció después del desastre de Fukushima un asesor del presidente Barack Obama, Jason Grumet.

"Este accidente disminuye el consenso que se había generado entre grupos medioambientalistas para apoyar la energía nuclear como un modo de combatir el calentamiento global", señaló Grumet al diario The New York Times.

Grupos medioambientalistas señalaron que una gran parte de las centrales nucleares están construidas en lugares que tienen una actividad sísmica "significativa".

Según el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) el 20% de las plantas nucleares están construidas en estas zonas.

Este sábado una manifestación convocada previamente contra los planes nucleares del gobierno de Merkel se convirtió en un hecho multitudinario debido a la tragedia en Japón.

La moratoria declarada por Merkel responde a esta presión política. Fukushima hizo virar su estrategia marcadamente pronuclear hacia la cautela.

¿Y la luz?

El impacto sobre la industria nuclear se ha hecho sentir en los mercados: sus acciones cayeron mientras que los de los valores de energía solar y eólica se dispararon esta semana.

Pero ¿pueden las energías renovables suministrar toda la energía que necesita el mundo moderno?

El problema de energías como la eólica (dependiente del viento) es que el suministro es más difícil de garantizar. Los defensores de la energía nuclear dicen que una vez pasado el revuelo se pensará todo con más calma.

"Las alternativas son claras: carbón, gas o energía nuclear. La energía nuclear es la única que se puede usar masivamente para las necesidades del mundo moderno sin un efecto contaminante", señaló a BBC Mundo Ian Hoie-Lacy.

En algunos países como China e India, que tienen crecientes necesidades energéticas, la construcción de reactores nucleares seguirá adelante.

Pero Fukushima ha replanteado el debate. Poco después de la tragedia de Chernobyl el OIEA ajustó los controles regulatorios de la industria. Pero a más de dos décadas, esos controles siguen siendo voluntarios. Esto podría cambiar a la luz de lo ocurrido.

No hay comentarios: