martes, 22 de octubre de 2024

Por qué la presidencia rusa del BRICS enfrenta una encrucijada crítica

 Russia Today-RT

Por Samir Bhattacharya

Desde que Irán fue incluido en el BRICS, éste grupo se parece cada vez más a un bloque anti-estadounidense. Por tal motivo, tanto la India como el Brasil querrán que las discusiones relacionadas con Irán o introducidas por este país se limiten a la esfera económica, evitando las agendas políticas. 

En la cumbre de Kazán, el debate sobre la expansión ocupa un lugar central en medio del creciente interés de los países en desarrollo que buscan alternativas al sistema internacional dominado por Occidente.

De todas las cumbres del BRICS celebradas hasta el momento, la próxima reunión bajo la presidencia rusa es sin duda la más importante, ya que las tensiones por la ampliación del número de miembros podrían amenazar la cohesión del grupo y desmembrarlo. Será un desafío para Rusia continuar con el trabajo, tomando el relevo de Sudáfrica y avanzando en la agenda del Sur Global.

Del 22 al 24 de octubre, Rusia acogerá la 16ª Cumbre anual de los BRICS en Kazán. Tras la mayor expansión de su historia en 2023, los informes de los medios internacionales sugieren que un número cada vez mayor de países en desarrollo están ansiosos por unirse al grupo , lo que aumenta la posibilidad de una mayor expansión.

Algunos expertos sugieren que este aumento del interés por unirse a los BRICS está impulsado por el miedo a perderse la oportunidad de formar parte de un club importante y cada vez más visible. Esto es importante, especialmente cuando las puertas de otros grupos liderados por Estados Unidos están cerradas. Por ejemplo, varios gobiernos africanos que han sufrido golpes de Estado y que Occidente considera inconstitucionales tienen prohibido el acceso financiero al FMI y al Banco Mundial. Consideran a los BRICS y a su banco de desarrollo como una alternativa viable de apoyo y cooperación.

Cuando los líderes de estos países se reúnan, la agenda de la ampliación recibirá sin duda la máxima prioridad. Durante la ampliación del año pasado, los Estados miembros tuvieron importantes desacuerdos en cuanto a la elección de los miembros.

Cada país miembro del BRICS tiene un interés particular en el bloque. En vista de que Estados Unidos y sus aliados le imponen diversas sanciones, Rusia está ansiosa por invitar a más países amigos. Un BRICS ampliado con más amigos dentro ayudará a Rusia a volver a la normalidad en el comercio y la inversión internacionales, que se han visto limitados por la presión estadounidense.

Mientras tanto, la relación de China con Estados Unidos –si bien no se deterioró en los últimos cuatro años en la medida en que lo hizo durante la administración anterior del presidente Donald Trump– se ha mantenido relativamente estancada. No obstante, China reconoce la necesidad de relacionarse con Occidente para sostener su crecimiento y sigue siendo parte del sistema económico occidental.

Por lo tanto, al aumentar el número de miembros del BRICS, China querría aumentar su influencia política. Según varios expertos, China aspira a crear un orden mundial alternativo centrado en sí misma, y el BRICS representa otro vehículo similar a la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS).

Sin embargo, tanto India como Brasil han fortalecido recientemente sus vínculos con Estados Unidos y se cuidarán de que no se los perciba como parte de un grupo antiestadounidense. Este sentimiento también lo comparten en cierta medida los saudíes y los Emiratos Árabes Unidos.

Para Nueva Delhi, esto es más importante, ya que India y China tienen varias disputas fronterizas y están luchando por la supremacía regional de una forma u otra. Expertos indios creen que Pekín buscará incorporar a más países aliados, especialmente aquellos con posiciones anti-India, como Pakistán, con el fin de reducir la influencia de Nueva Delhi en el grupo. Otros expertos indios también creen que Nueva Delhi podría considerar una salida del BRICS en ese escenario. Como India ya tiene relaciones bilaterales con esos países, no tiene mucho que perder.

Dependerá de Rusia romper el hielo entre estos dos países y evitar que el grupo se desintegre.

En cualquier caso, para la India, ser miembro del BRICS también ofrece beneficios, entre ellos tener una plataforma para llevar adelante sus discusiones con Rusia y adoptar una postura más equilibrada, en el marco del no alineamiento.

Sin embargo, desde que Irán fue incluido en el BRICS, éste grupo se parece cada vez más a un bloque anti-estadounidense. Por tal motivo, tanto la India como el Brasil querrán que las discusiones relacionadas con Irán o introducidas por este país se limiten a la esfera económica, evitando las agendas políticas. 

Sudáfrica se encuentra en una posición relativamente cómoda. Es el mayor beneficiario de la Ley de Crecimiento y Oportunidades para África (AGOA), que otorga a sus miles de artículos acceso libre de impuestos al mercado estadounidense. Mientras tanto, dada su extensa costa y las preocupaciones por la seguridad naval, tiene acuerdos de seguridad con Rusia y China. Además, Sudáfrica fue duramente criticada por sus ejercicios navales con Rusia y China el año pasado. Aunque el país defiende sus acciones como una cuestión de autonomía estratégica y elección de asociación, el momento, que coincide con el aniversario del conflicto entre Rusia y Ucrania, ha afectado negativamente a su reputación en Occidente.

Este creciente interés de los países en desarrollo por sumarse al BRICS es un buen augurio para el grupo. Será interesante ver cómo la India gestiona sus intereses en medio de la creciente asertividad de China, que a menudo entra en conflicto con las prioridades indias. Sólo una India más asertiva puede garantizar que el BRICS no se convierta en un club pro-China.

La próxima cumbre de Kazán se celebrará en un contexto de varias crisis globales: el conflicto entre Rusia y Ucrania, la escalada de la crisis en Oriente Medio y el cambio de gobierno en varios países africanos. La incertidumbre que se cierne sobre las elecciones presidenciales estadounidenses de este año complica aún más la situación. El evento de este año también marcará la primera reunión del BRICS ampliado.

Para Rusia, la cumbre de este año es una oportunidad de demostrar que no está tan acorralada como Occidente quiere proyectar. Por el contrario, Rusia busca reafirmar su continua relevancia en el escenario global invitando a líderes de India, China, Sudáfrica y Brasil.

A pesar de las predicciones más pesimistas, los BRICS han logrado no solo sobrevivir, sino también prosperar. Sin embargo, ahora se encuentran en un punto crítico, donde un error podría hacerlos colapsar como un castillo de naipes. Su futuro dependerá en gran medida de cómo Rusia gestione sus relaciones con los países del Sur Global.

Por Samir Bhattacharya, miembro asociado de la Observer Research Foundation (ORF), Nueva Delhi, India.


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