Nueva York - Los países de América Latina con mayor número de protestas sociales son los que también presentan mayores desigualdades socioeconómicas y gobiernos con capacidad limitada para manejar disturbios, según un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) dado a conocer hoy en inglés.
El informe titulado La protesta social en América Latina revela que las tensiones sociales, institucionales y culturales en América Latina son numerosas, en comparación con otras regiones, y se caracterizan por un alto grado de participación ciudadana.
Según el informe, Bolivia, Perú y Argentina fueron los países con mayor número de protestas sociales (más de 200 cada uno), mientras que aquellos con los niveles más bajos de disturbios fueron Costa Rica, Chile y El Salvador, con un promedio de 58 conflictos cada uno. El informe examinó más de 2.300 protestas sociales en la región mediante el monitoreo de 54 periódicos en 17 países entre octubre de 2009 y septiembre de 2010.
"Las democracias, a diferencia de los regímenes autoritarios, permiten que la protesta sea una herramienta constructiva para las demandas sociales de los ciudadanos ", dijo Heraldo Muñoz, Subsecretario-General de Naciones Unidas y Director del PNUD para América Latina y el Caribe, resaltando que esos conflictos son parte de un proceso político. "Si se gestionan a través del diálogo y la negociación, y sus causas están dirigidas, las protestas presentan grandes oportunidades para las transformaciones profundas y para una sociedad más equitativa y justa en América Latina".
Los conflictos sociales en América Latina también han provocado severas rupturas institucionales y crisis en materia de gobernabilidad democrática, como fue el caso con el golpe de Estado en Honduras en junio de 2009. El estudio destaca que este tipo de tensión, que alcanza un nivel máximo de radicalización y crisis de gobernanza, no ha sido la norma en la región durante los últimos años. La mayor parte de las protestas sociales incluyen declaraciones, manifestaciones y huelgas, que rara vez llegan al punto de violentos enfrentamientos y el caos. Las demandas de los ciudadanos suelen abarcar desde temas de salud, trabajo y educación hasta los derechos humanos y las cuestiones ecológicas, como el control de los recursos naturales.
El informe también resalta que además de avanzar en la reducción de la pobreza y la desigualdad durante la última década, América Latina también ha ayudado ampliar el acceso a la tecnología a millones de personas en la región que se han vuelto cada vez más educadas e interconectadas a nivel regional e internacional, también por las redes sociales. El acceso a Internet y la telefonía móvil, por ejemplo, están contribuyendo positivamente a las protestas sociales al proporcionar nuevos espacios públicos que fomentan la participación ciudadana. Estas herramientas también han sido cada vez más importantes para los grupos históricamente marginados, incluidos los pueblos indígenas.
Casi el 60% de las organizaciones y personas que participaron en protestas sociales en América Latina tuvieron una presencia en la Web, con cifras que van del 100% de presencia en Internet en Costa Rica al 15%en Bolivia, según el informe. Internet y otras tecnologías de comunicación permiten que los movimientos sociales interactúen y que se difundan sus mensajes a través de videos (como los zapatistas en México) y se recauden fondos, por ejemplo.
El informe examina las protestas sociales en Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, El Salvador, Ecuador, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.
El estudio La protesta social en America Latina fue preparado por el equipo del PNUD de Asesoría Política Estratégica para el Desarrollo (PAPEP).
BAJAR ESTUDIO: PROTESTAS EN AMÉRICA LATINA
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