Por: Juan GonzálezDesde 1945 hasta 1989 cuando cae el Muro de Berlin, el mundo estuvo dominado por EE.UU. y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). A partir de 1991 cuando se disuelve la URSS surgió un orden internacional bajo el dominio absoluto de EE.UU., con un poder que nunca antes país o imperio alguno había tenido.
Durante los diecisiete años posteriores a la desintegración de la URSS (1991-2008) Estados Unidos, controló totalmente el planeta desde el punto de vista económico, político, militar, cultural, deportivo y científico.
En en el año 2008 tres acontecimientos comenzaron a dejar en entredicho el poder hegemónico de Estados Unidos a escala global, en primer lugar: las tropas rusas intervenían en el conflicto entre la República de Georgia (aliada de EE.UU., y Europa) y la región separatista de Osetia del Sur, obligando a la primera a retirase de las posiciones ocupadas y reconociendo la independencia de la última, esta acción dejó pasmado a Washington, que miró con asombro la forma en que Rusia delimitaba su área de influencia.
El segundo acontecimiento, los Juegos Olímpicos de Pekín 2008. China se esmeró en su organización de este magno evento deportivo mundial, invirtiendo más de 40,000 mil millones de dólares, más de tres veces lo había invertido Atenas en la Olimpíada anterior. El mandato era claro y preciso, hacerle ver al mundo que tiene los medios para competir con las principales potencias tradicionales (EE.UU., Japón, Alemania, Francia, Reino Unido, Italia y Canadá) en cualquier terreno. China quedó en primer lugar en medallero, desplazando a los Estados Unidos a una segunda posición, algo que no ocurría desde las olimpiadas de Atlanta, celebradas en el año de 1996.
Y por ultimo, en el 2008 se realiza la primera Cumbre del G-20, lo que implica un reconocimiento al ascenso de las potencias emergentes en el escenario internacional.
Hoy día se habla de un mundo multipolar, y ciertamente es el orden que se está consolidando. Países como China, Rusia, Brasil, India, Sudáfrica, Turquía, y Corea del Sur, cada vez más amplían sus influencias económicas y políticas, en sus regiones y hasta a nivel global, como es el caso de China.
Pero lo que realmente todo el mundo quiere saber es, si habrá un país, que pueda emular a los Estados Unidos, como potencia hegemónica global en las próximas décadas.
Pienso que será muy difícil para el gigante asiático alcanzar el dominio económico, político, militar, científico, tecnológico y cultural que mantiene Estados Unidos sobre el planeta, especialmente desde 1991 al año 2008; ya que a pesar de a crisis inmobiliaria ocurrida en el año 2007 y los gastos que representan las guerras de Irak y Afganistán, que agudizan el desequilibrio déficit fiscal, y al mismo tiempo provocan un debilitamiento del dólar, Estados Unidos sigue liderando, los principales ranking mundiales:
En la lista Forbes de los hombres más ricos del mundo del año 2011, el gigante del norte mantiene un liderazgo indiscutible con 413 multimillonarios, mientras que todo Asia pacífico (China, Japón, Corea del Sur, Malasia, Tailandia, Hong Kong, Brunei, Taiwán, entre otros) solo cuenta con 332 acaudalados y toda Europa Occidental posee en la lista únicamente 248 supermillonarios.
De igual manera en el ranking Fortune Global 500, correspondiente al año 2011, de las 100 principales multinacionales del mundo; EE.UU., posee 32 y China sólo 10.
En cuanto al presupuesto en defensa para este año 2011, es de 708 mil millones de dólares, el 43% del presupuesto total del planeta.
Asimismo, en el más reciente ranking de Shangai de las 500 mejores universidades del mundo; en las primeras 100, Estados Unidos posee el liderazgo indiscutible con 53, mientras que las universidades chinas no aparecen. En total los Estados Unidos, tiene 151 altas casas de Estudios y China solo cuenta con 35, ya que aparecen a partir de la posición 151 del ranking.
En lo concerniente al tamaño de la economía, los EE.UU., en la actualidad posee un PIB aproximado de 15 billones de dólares, en cambio el PIB de China es de aproximadamente 6 billones de dólares.
Por último, en lo cultural: las películas de Hollywood, los eventos deportivos y musicales, la comida rápida como Mac Donald, Burguer King y bebida gaseosa como Coca –Cola, son consumidas por millones y millones de personas en todo el planeta.
En conclusión, los Estados Unidos están perdiendo el poder hegemónico mundial que habían obtenido a raíz de la Segunda Guerra Mundial, y que aumentó vertiginosamente con la caída de la URSS. Sin embargo, seguirá siendo una potencia global por muchos años, si ellos logran adaptarse al nuevo orden multipolar, que ya está vigente.
Si EE.UU., utiliza el liderazgo que todavía posee para garantizar una transición pacífica y amigable de las instituciones que fueron creadas a partir de 1945, y que terminaron bajo control total de ellos a partir de la desaparición de la URSS, como son: El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. Logrando que las potencias emergentes (sobre todo India, Brasil, Sudáfrica, Turquía y Corea del Sur) y algunas tradicionales (Japón y Alemania, no son miembro del CS de la ONU), reciban mayor participación en la toma de decisiones globales a través de estos organismos internacionales.
Así, como la sustitución de su actual política exterior centrada en el unílateralismo y el belicismo, por otra basada en la diplomacia y el consenso.
Finalmente, necesita cultivar una vecindad con América Latina: amistosa, que descanse en la cooperación y el respeto a la soberanía.
Si Estados Unidos, cambia su comportamiento y se adapta al nuevo orden, estoy seguro que seguirá siendo la principal potencia del planeta por muchos años, ya que posee los recursos naturales, económicos, humanos, culturales, científicos y tecnológicos, para mantenerse liderando en el mundo.
El autor es politólogo.
Durante los diecisiete años posteriores a la desintegración de la URSS (1991-2008) Estados Unidos, controló totalmente el planeta desde el punto de vista económico, político, militar, cultural, deportivo y científico.
En en el año 2008 tres acontecimientos comenzaron a dejar en entredicho el poder hegemónico de Estados Unidos a escala global, en primer lugar: las tropas rusas intervenían en el conflicto entre la República de Georgia (aliada de EE.UU., y Europa) y la región separatista de Osetia del Sur, obligando a la primera a retirase de las posiciones ocupadas y reconociendo la independencia de la última, esta acción dejó pasmado a Washington, que miró con asombro la forma en que Rusia delimitaba su área de influencia.
El segundo acontecimiento, los Juegos Olímpicos de Pekín 2008. China se esmeró en su organización de este magno evento deportivo mundial, invirtiendo más de 40,000 mil millones de dólares, más de tres veces lo había invertido Atenas en la Olimpíada anterior. El mandato era claro y preciso, hacerle ver al mundo que tiene los medios para competir con las principales potencias tradicionales (EE.UU., Japón, Alemania, Francia, Reino Unido, Italia y Canadá) en cualquier terreno. China quedó en primer lugar en medallero, desplazando a los Estados Unidos a una segunda posición, algo que no ocurría desde las olimpiadas de Atlanta, celebradas en el año de 1996.
Y por ultimo, en el 2008 se realiza la primera Cumbre del G-20, lo que implica un reconocimiento al ascenso de las potencias emergentes en el escenario internacional.
Hoy día se habla de un mundo multipolar, y ciertamente es el orden que se está consolidando. Países como China, Rusia, Brasil, India, Sudáfrica, Turquía, y Corea del Sur, cada vez más amplían sus influencias económicas y políticas, en sus regiones y hasta a nivel global, como es el caso de China.
Pero lo que realmente todo el mundo quiere saber es, si habrá un país, que pueda emular a los Estados Unidos, como potencia hegemónica global en las próximas décadas.
Pienso que será muy difícil para el gigante asiático alcanzar el dominio económico, político, militar, científico, tecnológico y cultural que mantiene Estados Unidos sobre el planeta, especialmente desde 1991 al año 2008; ya que a pesar de a crisis inmobiliaria ocurrida en el año 2007 y los gastos que representan las guerras de Irak y Afganistán, que agudizan el desequilibrio déficit fiscal, y al mismo tiempo provocan un debilitamiento del dólar, Estados Unidos sigue liderando, los principales ranking mundiales:
En la lista Forbes de los hombres más ricos del mundo del año 2011, el gigante del norte mantiene un liderazgo indiscutible con 413 multimillonarios, mientras que todo Asia pacífico (China, Japón, Corea del Sur, Malasia, Tailandia, Hong Kong, Brunei, Taiwán, entre otros) solo cuenta con 332 acaudalados y toda Europa Occidental posee en la lista únicamente 248 supermillonarios.
De igual manera en el ranking Fortune Global 500, correspondiente al año 2011, de las 100 principales multinacionales del mundo; EE.UU., posee 32 y China sólo 10.
En cuanto al presupuesto en defensa para este año 2011, es de 708 mil millones de dólares, el 43% del presupuesto total del planeta.
Asimismo, en el más reciente ranking de Shangai de las 500 mejores universidades del mundo; en las primeras 100, Estados Unidos posee el liderazgo indiscutible con 53, mientras que las universidades chinas no aparecen. En total los Estados Unidos, tiene 151 altas casas de Estudios y China solo cuenta con 35, ya que aparecen a partir de la posición 151 del ranking.
En lo concerniente al tamaño de la economía, los EE.UU., en la actualidad posee un PIB aproximado de 15 billones de dólares, en cambio el PIB de China es de aproximadamente 6 billones de dólares.
Por último, en lo cultural: las películas de Hollywood, los eventos deportivos y musicales, la comida rápida como Mac Donald, Burguer King y bebida gaseosa como Coca –Cola, son consumidas por millones y millones de personas en todo el planeta.
En conclusión, los Estados Unidos están perdiendo el poder hegemónico mundial que habían obtenido a raíz de la Segunda Guerra Mundial, y que aumentó vertiginosamente con la caída de la URSS. Sin embargo, seguirá siendo una potencia global por muchos años, si ellos logran adaptarse al nuevo orden multipolar, que ya está vigente.
Si EE.UU., utiliza el liderazgo que todavía posee para garantizar una transición pacífica y amigable de las instituciones que fueron creadas a partir de 1945, y que terminaron bajo control total de ellos a partir de la desaparición de la URSS, como son: El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. Logrando que las potencias emergentes (sobre todo India, Brasil, Sudáfrica, Turquía y Corea del Sur) y algunas tradicionales (Japón y Alemania, no son miembro del CS de la ONU), reciban mayor participación en la toma de decisiones globales a través de estos organismos internacionales.
Así, como la sustitución de su actual política exterior centrada en el unílateralismo y el belicismo, por otra basada en la diplomacia y el consenso.
Finalmente, necesita cultivar una vecindad con América Latina: amistosa, que descanse en la cooperación y el respeto a la soberanía.
Si Estados Unidos, cambia su comportamiento y se adapta al nuevo orden, estoy seguro que seguirá siendo la principal potencia del planeta por muchos años, ya que posee los recursos naturales, económicos, humanos, culturales, científicos y tecnológicos, para mantenerse liderando en el mundo.
El autor es politólogo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario