By ANTONIO MARIA DELAGADO
adelgado@elnuevoherald.com
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México y Venezuela se encuentran en la lista de los 10 países con mayores flujos financieros ilícitos en todo el mundo, dijo el martes la ONG Global Financial Integrity (GFI) en un informe que revela que unos $110,000 millones salen anualmente por debajo de la mesa en América Latina.
Según el informe, Illicit Financial Flows from Developing Countries: 2000-2008, unos $416,000 millones salieron ilícitamente de México durante los primeros nueve años de la pasada década, mientras que la fuga ilegal de capitales sumó unos $157,000 millones en Venezuela durante el mismo período.
Esos montos, que colocan a México y Venezuela en el tercero y octavo puesto respectivamente del índice mundial, reflejan la cantidad de dinero que salió subterráneamente de esos países, evitando los mecanismos y controles oficiales.
Según los autores del informe, gran parte de esos montos -- que en el caso de México equivalen a un promedio anual de $46,239 millones y de Venezuela otros $17,455 millones -- pueden ser atribuidos a la corrupción, el lavado de dinero, la evasión de impuestos y transferencias electrónicas que no están siendo detectadas por los sistemas financieros.
Otros países latinoamericanos que registran altos niveles de flujos financieros ilícitos son Argentina, con un promedio anual de $10,019 millones; Chile, $7,775 millones; Costa Rica, $4,359 millones; Panamá, $3,940 millones; y Honduras, $2,828 millones. LEER: AL el agujero negro de los paraisos fiscales
Según los autores del informe, gran parte de esos montos -- que en el caso de México equivalen a un promedio anual de $46,239 millones y de Venezuela otros $17,455 millones -- pueden ser atribuidos a la corrupción, el lavado de dinero, la evasión de impuestos y transferencias electrónicas que no están siendo detectadas por los sistemas financieros.
Otros países latinoamericanos que registran altos niveles de flujos financieros ilícitos son Argentina, con un promedio anual de $10,019 millones; Chile, $7,775 millones; Costa Rica, $4,359 millones; Panamá, $3,940 millones; y Honduras, $2,828 millones. LEER: AL el agujero negro de los paraisos fiscales
Un país con un total sorprendentemente bajo es Brasil, cuyo promedio anual de $2,614 millones es relativamente insignificante en comparación con el tamaño de su economía y que apenas le coloca por encima de Colombia, con $2,076 millones; y Ecuador, con $1,545 millones.
Los autores reconocieron que los modelos empleados no recogen muy bien los montos de ciertas transacciones realizadas estrictamente en efectivo, como es el caso de las operaciones de narcotráfico, ya que éstas no dejan los rastros necesarios para poder ser detectadas.
Lo que sí detecta el estudio es el notable deterioro de los mecanismos de control y de las buenas prácticas de gobierno en muchos países emergentes, dijo Dev Kar, economista principal de GFI, uno de los autores del estudio.
``Se ha producido un relajamiento de las prácticas de control en algunos de estos países latinoamericanos'', comentó Kar. ``Y esto lo vemos en otros países productores de petróleo, donde hemos detectado una correlación entre los altos precios del crudo y los flujos ilícitos''.
Según el estudio, los datos recogidos apuntan a que se está produciendo un aumento en los montos ilícitos que salen de las arcas estatales, particularmente en países petroleros con débiles regímenes democráticos.
Kar señaló que esa resulta ser una fórmula ideal para la corrupción.
``Esta es una combinación tóxica'', dijo Kar. ``Tienes por un lado el deterioro de los mecanismos internos de control, menos libertades para realizar denuncias, careces de un poder judicial independiente que pueda investigar estos asuntos. Tienes las condiciones perfectas para que se produzcan mayores y mayores flujos ilícitos''.
Añadió que esto se estuvo viendo en los últimos años en Venezuela y en varios países exportadores de petróleo del medio oriente.
Karly Curcio, otra economista de GFI, explicó que el flujo ilícito de dinero tiene un impacto muy perjudicial dentro de las economías emergentes porque les roba a sus sociedades importantes recursos para el desarrollo.
Aún cuando muchos de estos países también registran cierta cantidad de ingresos ilícitos al igual que egresos, el dinero que entra suele mantenerse fuera de la economía formal y no es sometido al pago de impuestos, explicó Curcio.
Una de las prácticas más comúnmente empleadas para la transferencia ilegal de fondos es el sobreprecio de productos en el comercio internacional; un 55 por ciento de los montos detectados fueron transferidos a través de este método.
No obstante, los pagos de sobornos jugaron un papel más preponderante en países petroleros como Kuwait, Nigeria, Qatar, Rusia, Arabia Saudita, Emiratos Arabes Unidos y Venezuela.
En el caso de Venezuela, un factor adicional que podría estar en juego es la fuga de capitales legítimamente obtenidos, cuyos dueños no han tenido más opción que sacarlos ilegalmente, dijo John Zdanowicz, profesor de Finanzas de FIU, quien lleva años estudiando el pago de sobreprecios en el comercio internacional. ``Yo le llamó a eso el flujo de Hugo Chávez'', dijo Zdanowicz, en referencia al presidente venezolano.
``Cualquier persona que tiene un cerebro y es dueño de propiedades en Venezuela, quiere sacarlos. Es ilícito porque Chávez aplica restricciones para evitar que el dinero salga. Pero el tema de si es moral hacerlo o no ya es materia de debate, porque si el dinero se obtiene legítimamente también debería haber instrumentos legítimos para sacarlo'', opinó Zdanowicz.
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