domingo, 28 de febrero de 2010

¿Se levantará una guerra entre el Reino Unido y Argentina por el petróleo?



El comienzo de perforaciones petroleras británicas en aguas aledañas a las islas Malvinas el día 21 de febrero reavivó la tensión entre Argentina y el Reino Unido, 28 años después de que los dos países se enfrentaran en una guerra por este archipiélago del Atlántico sur. Las fuerzas navales argentinas bloquearon recientemente el paso hacia las islas, mientras que la parte británica envió al destructor tipo 42 HMS York para “proteger su soberanía”, lo que aumentó en gran medida la tensión entre los dos países.

Nadie quiere ceder

A comienzos de febrero, el gobierno británico aceptó la petición de una empresa petrolífera de su país sobre la exploración y extracción de petróleo en las aguas circundantes de las islas Malvinas, acto que provocó la fuerte protesta del gobierno argentino. El vicecanciller argentino Victorio Taccetti criticó que las acciones del Reino Unido habían violado gravemente la soberanía de Argentina sobre las islas Malvinas y que Buenos Aires aplicaría “todas las medidas posibles” para solucionar el problema.

El 16 de febrero, la presidenta argentina, Cristina Fernández, promulgó una serie de decretos estableciendo que todo buque o artefacto naval que quiera transitar entre puertos ubicados en el territorio continental argentino y puertos ubicados en las islas Malvinas, Sándwich del Sur y Georgia del Sur, o atravesar aguas argentinas en esa dirección, deberán solicitar una autorización previa del gobierno argentino. Según el nuevo decreto, las fuerzas navales argentinas bloquearon el mismo día la vía dirigida a las Malvinas.

Por su parte, la actitud del Reino Unido es también muy dura. El primer ministro británico, Gordon Brown, se mantuvo firme respecto a la soberanía de su país sobre las islas Malvinas y su “derecho legal” a proceder a la exploración de petróleo en aguas de estas islas. Manifestó además que el gobierno británico había tomado todas las medidas necesarias para asegurar que los isleños “estén debidamente protegidos”.

Fusible: seis billones de cubos de petróleo

La disputa por la soberanía de las islas Malvinas llevó en 1982 a una guerra entre Argentina y el Reino Unido que terminó con la derrota del país sudamericano, por entonces bajo una dictadura militar, con un saldo de 649 argentinos y 255 británicos muertos tras 74 días de combate. Argentina nunca ha renunciado a su soberanía sobre las islas, procurando solucionar el problema a través de negociaciones pacíficas, aunque sus reclamaciones han venido siendo rechazadas por el Reino Unido.

En diciembre de 2009, Argentina declaró mediante un decreto que las islas Malvinas son territorios argentino. Aunque el gobierno británico manifestó su disgusto por “vía no oficial”, la parte argentina no le hizo ningún caso.

Sin embargo, el principal motivo que levantó el conflicto son los ricos recursos petrolíferos conservados en las aguas de las islas. Según la investigación de los geólogos, en esa zona se guardan cerca de seis billones de barriles de petróleo, cantidad equivalente a la reserva total del campo petrolífero del Mar del Norte cercano al Reino Unido. Además, se encuentran allí también abundantes recursos de gas natural. Si se exploran adecuadamente esos recursos, el gobierno británico podrá asegurar un suministro energético suficiente para los próximos 25 años.

Ante la gran riqueza en recursos, Londres y Buenos Aires aún no han llegado a un consenso sobre la exploración conjunta.

El día 19 de febrero, el presidente venezolano, Hugo Chávez, expresó su apoyo a Argentina, exigiendo al Reino Unido que se retirara de las islas Malvinas y que las devolviera a Argentina.

Argentina: los británicos deben sentarse a negociar

Ante la exploración por parte de los británicos del petróleo en las islas Malvinas, el gobierno argentino ha aplicado una serie de medidas para proteger su soberanía. Además de controlar las vías marítimas, Argentina ha pedido apoyo a sus vecinos sudamericanos. En la Cumbre de la Unidad de América Latina y el Caribe que tuvo lugar el 22 y 23 de febrero en México, participaron presidentes de 20 países sudamericanos. El gobierno argentino planteó aprovechar la oportunidad para unirse con todos los “hermanos latinoamericanos” para luchar contra la invasión del Reino Unido.

Según Télam, agencia de noticias oficial de la República Argentina, con la declaración conjunta para apoyar a Argentina, la real intención de Buenos Aires no es levantar conflictos con el Reino Unido, sino aprovechar el asunto para llamar la atención de la comunidad internacional sobre las islas Malvinas. De esta manera, podrán iniciarse de nuevo las negociaciones con los británicos, compartiendo los intereses en la explotación del petróleo.

El ministro de Relaciones Exteriores de Argentina, Jorge Taiana, se reunió el día 23 de febrero con el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, criticando la “acción invasora” del Reino Unido. El día 20 del mismo mes, Taiana manifestó: “No queremos empeorar la situación de las islas Malvinas, lo que pasa es que tenemos que adoptar medidas para proteger nuestro intereses legales. Cualquier exploración de recursos de nuestro país ejercida por otras naciones es ilícita. Estamos esforzándonos por hacer ver al gobierno británico que sentarse en la mesa a negociar es la vía más adecuada para solucionar el problema”.

¿Se levantará una guerra entre el Reino Unido y Argentina por el petróleo?

Frente la actitud firme de la parte argentina, el gobierno británico se niega a retirarse de las islas. El parlamentario William Hague abogó incluso por “aumentar la presencia militar”.

El Reino Unido ha enviado "en secreto" dos buques de guerra para reforzar su defensa naval de las Malvinas y pronto llegará otro a la zona, informó el día 21 de febrero el tabloide británico The Sun. El periódico menciona al destructor HMS York como el buque al frente de esos refuerzos, pero el ministerio británico de Defensa ha negado que se haya aumentado la presencia militar británica en torno al disputado archipiélago. “Tenemos una presencia permanente en el Atlántico Sur, que incluye una fragata/destructor, un buque patrulla, un barco de vigilancia y otro dedicado al abastecimiento de la flota. Tenemos también 1.076 efectivos en tierra", explicó el portavoz del ministerio.

El día 20 de febrero, el primer ministro británico, Gordon Brown, expresó, “estoy seguro de que el conflicto entre Argentina y mi país se podrá solucionar a través de la vía diplomática”. Sin embargo, Brown persiste en que todas las acciones emprendidas por el Reino Unido se corresponden con la Ley Internacional.

Los analistas piensan que la intención verdadera de los británicos es presionar a los argentinos para que abandonen la soberanía sobre las islas Malvinas. Los medios de comunicación del Reino Unido consideran que la presidenta argentina Cristina Fernández es mucho más débil que los anteriores presidentes militares. Su actitud dura sirve sólo para desviar las preocupaciones de los ciudadanos.

Ante la mala situación económica, el pueblo argentino se preocupan más por los temas sobre el empleo y los seguros sociales y no quieren que se levante la guerra. Por eso, los medios de comunicación argentinos consideran que el conflicto en las islas Malvinas se detiene en la diplomacia, y que no se dirigirá al campo militar.

Aunque el gobierno argentino procura mantener la paz, para enfrentarse con la posible guerra, ha ordenado en secreto a las fuerzas navales y aéreas que hagan preparativos militares. De todas maneras, seis billones de barriles de petróleo son una riqueza tan irrechazable como para causar una guerra.

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