martes, 14 de abril de 2009

La nueva relación entre Obama y Calderón

AMERICA ECONOMIA

Patricia Zvaighaft

La primera visita que Barack Obama realizará a México podría ser el inicio de la nueva política que el presidente de Estados Unidos pretende entablar con su vecino del sur, después de años en que la relación entre ambos países ha sido distante.

Desde la Casa Blanca, la visita fue calificada como una señal de apoyo a la labor del mandatario mexicano Felipe Calderón. “El presidente admira su trabajo en lo relativo a enfrentar la violencia y la impunidad de las organizaciones criminales”, dijo Denis McDonough, director de comunicación estratégica en el Consejo de Seguridad Nacional, durante la conferencia de prensa en que se entregaron detalles del viaje.

Para el analista internacional Rodrigo Álvarez, de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), “México es visto por los Estados Unidos como otro de los gigantes de la región. La administración de Obama ha dado pasos importantes en el reconocimiento que ha hecho de Brasil y ahora es tiempo de resolver los temas pendientes con su vecino”, aseguró a AméricaEconomía.com.

Obama estará en México el jueves 16 y viernes 17, antes de partir a Trinidad y Tobago para participar en la Cumbre de las Américas, que también se convertirá en el escenario propicio para marcar el comienzo de una nueva relación entre Estados Unidos y Latinoamérica.

“Estados Unidos ve que debe actualizar las relaciones con la región en general y México en particular. Lo importante es visualizar si este nuevo acercamiento va de la mano con una posición mas horizontal entre naciones o si se seguirá manteniendo la verticalidad histórica entre el país del norte y los países latinoamericanos”, señaló el especialista.

El segundo encuentro entre Obama y Calderón ha generado reacciones positivas y altas expectativas en territorio mexicano. Los principales partidos políticos del país han manifestado su apoyo a la visita de Obama y apelan a que, más que señales del encuentro puedan salir lineamientos concretos respectos de los principales temas que marcan la relación entre ambas naciones: seguridad, migración, combate al narcotráfico y relación comercial.

Las promesas de Obama. Durante su campaña Barack Obama prometió que en su mandato se iniciaría una nueva relación con México, la que en el transcurso de los mandatos de George W. Bush se fue deteriorando.

En un ensayo que escribió sobre el país azteca para el periódico estadounidense Dallas Morning News, a mediados de febrero de 2008, el entonces candidato a la Casa Blanca señaló que establecería “una renovada sociedad estratégica con México”.

Entre los aspectos que Obama mencionó importantes de tratar en la agenda con la administración de Calderón estaban el asegurar la frontera, “el duro trabajo de una reforma migratoria integral debe hacerse en casa”, señaló. Y agregó que “tendremos que trabajar para frenar tanto la inmigración ilegal como las organizaciones criminales trasnacionales que amenazan a las personas en ambos lados”.

Así como “desmantelar a los cárteles del narcotráfico, recomendó un esfuerzo concertado para frenar el contrabando de armas y el lavado de dinero que abastecen a los cárteles mexicanos de armas y fondos desde Estados Unidos”.

A mediados de enero ambos mandatarios se reunieron, cuando Felipe Calderón realizó una visita a Estados Unidos. En el encuentro de poco más una y media conversaron sobre economía, seguridad, migración y mayor cooperación. Pese a que no hubo acuerdos concretos, el mandatario mexicano sostuvo al finalizar el encuentro que éste será el inicio de una relación muy estrecha y constructiva entre ambas administraciones.

Principales temas. Los ojos están puestos sobre el nuevo encuentro y se esperan que en esta ocasión pueda haber resultados más concretos. Según detalló Álvarez, no sería raro que hubiese “una declaración política sustentada principalmente en un cambio discursivo, pero sustentada en los mismos problemas que ha llevado a ambas naciones a pasar por unos de sus momentos más distantes en los últimos años”.

En esa línea, aseguró que así “seguirá dominando en la agenda bilateral los temas de migración, narcotráfico y seguridad fronteriza y tráfico de armas. Los mismos que llevaron a los Estados Unidos a referirse a México como un estado que estaba ad-portas de llegar a ser considerado un estado fallido”.

Sin embargo, durante la conferencia de prensa los funcionarios de la Casa Blanca no dieron indicios de que el Gobierno se encuentre planeando nuevas iniciativas en temas complicados como transporte a través de la frontera o inmigración.

Otros de los temas conflictivos en carpeta, está la medida adoptada por México de imponer aranceles a casi una centena de productos estadounidenses, luego de que Obama pusiera fin a un programa piloto que permitía a transportistas de carga mexicanos operar en el país, como lo establece el Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

Sin embargo, pese a que los temas son amplios y variados, para el experto de Flacso “los logros de este encuentro deberían estar supeditados a los verdaderos objetivos de corto y mediano plazo que la administración del norte se ha propuesto con México”. Sin embargo, precisó que esto presenta para Estados Unidos “un serio problema donde los temas que no están relacionados con Irak, Irán y Corea del Norte siguen siendo segundarios y en ocasiones aún menos importantes”.

Así precisó que “el acercamiento con México puede ser que este más bien en una estrategia del ‘status quo’ que de la acción real”. En conclusión “dejar todo como esta hasta que realmente los recursos políticos y económicos estén disponibles para intentar atacar de raíz la grave crisis del país azteca”.

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