martes, 14 de mayo de 2013

ANÁLISIS: EL CONFLICTO ÁRABE-ISRAELI

Por Juan González




El 14 de mayo de 1948, fue fundado el Estado de Israel, por David Bengurión, junto a un grupo de hombres y mujeres que decidieron conquistar un territorio para su pueblo, y qué mejor, que el territorio donde se desarrollaron sus ancestros, Palestina, llamada Canaán en la antigüedad. 


El problema es que el pueblo judío tenía más de mil años fuera del territorio de sus ancestros. Veamos pues, cómo evolucionó la dominación imperial sobre Palestina: 

El pueblo judío fue expulsado de Canaán por el Imperio Romano entre los años 66 al 132 de la Era cristiana por las constantes sublevaciones. A partir de esa fecha los romanos comenzaron a llamar Palestina a ese territorio para que el pueblo judío se desvinculara de el.

En el siglo IV el Imperio Romano fue dividido por Teodosio el Grande, que entregó la administración a sus dos hijos, uno se encargó del Imperio  Romano de Oriente y el otro del Imperio Romano de Occidente.  El Imperio Romano de Oriente, estableció su centro de dominio en Bizancio, actual Turquía, por lo que comenzó a llamarse Imperio Bizantino.

Palestina pasó a manos de los árabes en el año 638 D.C. cuando estos derrotaron al Imperio Bizantino (Imperio Romano de Oriente) en la Batalla de Jerusalén. Los árabes tienen un parentesco étnico con los judíos por ser descendientes de Abraham, lo que lleva a  ambos pueblos a disputarse la legitimidad de la descendencia del patriarca.

Los árabes introdujeron su propia religión, el islam, que fue creada por el Profeta Mahoma a principio del siglo VI, tomando como referencia el judaísmo, la religión el pueblo hebreo (Israel). Según la tradición religiosa islámica, Mahoma ascendió al Cielo desde Jerusalén, lo que dio lugar a que allí construyeran dos importantes templos islámicos: el Domo de la Roca y la Mezquita de Al-Aqsa. 

De manera que Jerusalén se convirtió  en un importante centro religioso de los musulmanes de todo el mundo, al igual que para los cristianos y los propios judíos. 

Con la muerte de Mahoma se produjo una división entre los musulmanes ya que un grupo planteaba que el sucesor de Mahoma debía ser uno de sus discípulos más aventajado, este grupo es conocido como los sunitas, mientras que el otro decía que el sucesor del Profeta debía salir de su linaje, estos son los chiitas. Esta división debilitó la cimiente del Imperio Árabe Musulmán a tal punto que no fueron capaces de defenderse de las invasiones mongolas en el siglo XIII. Esto dio lugar al surgimiento de un Imperio musulmán no árabe, que surgió en Turquía, llamado Imperio Turco Otomano.

El Imperio Turco Otomano gobernó Palestina hasta la Primera Guerra Mundial,  cuando fueron derrotados por el Imperio Británico y Francia.  De manera que el territorio de Palestina terminó  en manos del Imperio Británico que lo administró desde el 1918 hasta el 1948.

Desde que los judíos fueron expulsados y esparcidos por los romanos por todo su imperio en siglo I D.C., estos no cesaron en tener dificultades. Los judíos eran mal vistos por los cristianos porque consideraban que eran los asesinos de Cristo, además porque desarrollaban prácticas contrarias a la moral cristiana, como era prestar dinero por interés. Esta práctica en especial,  permitió a los judíos sembrar la semilla del sistema financiero actual, específicamente en Génova y Florencia, donde surgen los primeros bancos de  la historia moderna. Apellidos como  Rotschild, Goldman, Lehman, entre otros siguen siendo muy influyentes en la banca occidental.

España y Portugal, expulsaron a los judíos al final del siglo XV, mientras que en el siglo XIX y principio del siglo XX estos recibieron ataques constantes en Rusia y otras naciones europeas.

La  Reforma Protestante que llevó a cabo Martin Lutero a partir del 1517 benefició a los judíos, ya que los pueblos de Europa  que se convirtieron al protestantismo comenzaron a defender y a darle acogida al pueblo judío porque la Biblia dice que son  “el pueblo elegido” de Dios. De manera que Inglaterra, Holanda, Alemania, Suiza, entre otros países comienzan a proteger el pueblo judío. Y ni si diga de EE.UU., que surgió bajo la influencia del protestantismo.

No obstante, en el siglo XIX surge el movimiento Sionista encabezado por Teodoro Hertz, que plantea que el pueblo judío debe buscar los medios terrenales para regresar a Palestina, ya que tiene casi mil años esperando un “Moisés” que lo lleve a la “tierra prometida” y no llega.

Cuando los judíos vieron que Palestina estaba bajo el dominio de una nación que lo protegía y lo amparaba como Inglaterra, aprovecharon la oportunidad para planificar su retorno a la tierra que habitaban sus ancestros.

Una de la primera medida tomada que tomaron los judíos fue comprarles tierras a los árabes que habitaban Palestina para ir ocupando el territorio.

Es importante señalar que la política de exterminio ejecutada contra el pueblo judío en los países que estaban bajo el régimen nazi provocó una ola de solidaridad internacional a favor  de su retorno a Palestina.

En 1947 la  Asamblea General de la ONU, aprobó  Resolución 181 que mandaba
a crear un Estado judío y uno árabe en Palestina. Los pueblos árabes, rechazaron la resolución, mientras que Israel la aceptó y proclamó su Estado, un año después.

 Una vez proclamado el Estado de Israel, siete países árabes decidieron impedir esa decisión lanzando un ataque combinado, pero fueron derrotados por el incipiente ejército israelí. 

La victoria de Israel en la primera guerra con los árabes fue decisiva para la consolidación de su independencia.  La  Guerra de 1948 produjo una fragmentación política del futuro Estado palestino. La región de Franja de Gaza quedo bajo el dominio de Egipto, y Cisjordania bajo el control de Jordania.

En la Guerra de los Seis Días (1967), Israel logró ocupar Franja de Gaza y Cisjordania, además le ocupó a Egipto  la península del Sinaí y a Siria los altos del Golán, donde nacen los afluentes del río Jordán. Posteriormente se produjo la Guerra del Yom Kipur en 1973, en la que tanto los árabes como Israel, se declararon victoriosos.

Después de la Guerra del Yom Kipur, EE.UU. se concentró en la región usando su influencia sobre los países árabes aliados y sobre Israel, para que llegaran a acuerdos de Paz que mantuviera estable la región, es así, como producen los Acuerdos de  Camp David en 1978, entre Egipto e Israel, en el que acordaron la devolución  la península del Sinaí, sin embargo, el Estado hebreo se negó a devolver los demás territorios ocupados en la Guerra de los Seis Días, aunque el Consejo de Seguridad de la  ONU ya le había  exigido  a Israel retirarse de los territorios ocupados   mediante la Resolución 242 del año 1967.

El 22 de noviembre de 1974, la Asamblea General de las Naciones Unidas aceptó mediante la Resolución 3237 como entidad observadora a la Organización para la Liberación de Palestina (OLP). 

En la década del 90s, el Primer Ministro de Israel  Yizthak (Isacc) Rabin y el líder de la OLP Yasser Arafat, bajo el auspicio del Presidente de EE.UU., Bill Clinton, inician los Acuerdos de Oslo de cara a la creación del Estado Palestino. Estos acuerdos fueron el mayor esfuerzo diplomático realizados por ambos bandos para buscar una solución pacífica a la cuestión palestina. 

Con el fallecimiento de Yasser Arafat, en el año 2004, las negociaciones entre palestinos e israelíes para el reconocimiento de la independencia del Estado Palestino entraron en un limbo, que se agudizo con la victoria electoral en el 2006 del grupo Hamás que no reconoce la existencia del Estado de Israel. 

La victoria de Hamás amplió la fragmentación política y administrativa de los territorios palestinos, ya que en el 2007 el Presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmous Abbas, sucesor de Arafat, expulsó a los miembros de  Hamás del gobierno, generando una cuasi guerra civil en la que se enfrentaron los brazos armados de Hamás y Al Fatah. Como resultado de este enfrentamiento Hamás se quedó con el control de Franja de Gaza y Al Fatah con  Cisjordania, hasta la fecha esta situación no ha cambiado.

Israel necesita dar pasos importantes para que sea reconocido el Estado palestino oficialmente por la comunidad internacional, para lograr una reivindicación moral ante el mundo.  

A nivel bilateral, los palestinos  han recibido el reconocimiento como Estado de alrededor de 130 países y el pasado año 2012 la Asamblea General de las Naciones Unidas lo reconoce como Estado Observador no miembro. Sin lugar  a dudas,  un paso de avance importante  para alcanzar el objetivo de tener su  propio Estado.  Sin embargo, antes deben poner la casa en orden ya que el mal manejo de los problemas políticos internos generan dudas en cuanto a la capacidad para manejar una entidad  sujeto del derecho internacional, con derechos y responsabilidades, como lo es el Estado. 

Volviendo a Israel, es importante señalar que hoy más que nunca los peligros externos amenazan la seguridad del Estado de Israel. 

La lucha geopolítica que existe entre Irán y Arabia Saudita por el control del Medio Oriente,  ha ubicado a Israel en medio del fuego cruzado entre estas dos potencias regionales que mueven sus fichas para ampliar su influencia política y religiosa (Irán representa a los chiitas y Arabia Saudita a los sunitas)   por lo que muchas veces Israel no sabe cómo comportarse, ya que si bien conciben el programa nuclear de Irán como una amenaza para su seguridad,  lo es también el fundamentalismo sunita que exporta Arabia Saudita y que cada vez más se aproxima a sus fronteras.

 Por tal razón, en Israel existe una división entre los funcionarios que manejan la defensa y la seguridad, ya que unos se inclinan por el derrocamiento del Régimen de Bashar Al Assad que gobierna Siria, por ser aliado de Irán y Hezbolá, mientras otros consideran que su derrocamiento daría entrada a grupos islámicos muy radicales, algunos de los cuales tienen vínculos estrechos con Al Qeada lo que pondría seriamente en peligro la seguridad del pueblo judío. 

Por Juan González 
El autor es politólogo, analista de temas internacionales

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