Por Juan González
Los atentados del 11 de Septiembre del año 2001,
impulsaron a su máxima expresión la política exterior belicista del gobierno de EE.UU., que encabezó George W. Bush la cual fue orientada a la “guerra
preventiva” contra los países que consideraban enemigos.
En enero del año 2002, George W. Bush pronunció un
discurso en el que presentó una lista de
países que según él era una amenaza para la seguridad y estabilidad del mundo
porque tenían programas de armas de
destrucción masiva o apoyaban el terrorismo internacional. La lista presentada la integraban en aquel
momento: Irán, Irak y Corea del Norte.
Luego la lista del eje
mal fue ampliada con los siguientes países: Libia, Siria, Cuba, Birmania,
Zimbabwe y Bielorrusia.
A partir del 11/S la política exterior de EE.UU. quedó sellada con la frase del Presidente Bush que un desafiante advirtió a estos Estados : “están con nosotros o están contra nosotros”.
A partir del 11/S la política exterior de EE.UU. quedó sellada con la frase del Presidente Bush que un desafiante advirtió a estos Estados : “están con nosotros o están contra nosotros”.
Para el Presidente de Estados Unidos, el eje del mal era
un conjunto de países que amenazaba la paz y la seguridad mundial, y había que
detener esa amenaza latente invadiendo estos países y derrocando sus regímenes
y posteriormente instalando instituciones democráticas.
Bajo el esquema del eje del mal, se inventan supuestas
informaciones de inteligencia que indican que
la Irak de Saddam Hussein ocultaba armas químicas y bacteriológicas,
conocido mayormente como armas de destrucción masivas, la cuales serian
facilitadas a Al Qaida, la organización terrorista fundada por Osama Bin Laden que
ejecutó los atentados del 11 de Septiembre.
Es importante señalar que el régimen de Saddam Hussein
utilizó armas químicas durante la Guerra Irán-Irak (1980-1988) y que estas
fueron suministradas por EE.UU. y Alemania para abortar la Revolución Islámica de Irán, mediante este
conflicto bélico.
En 1990 Saddam invadió Kuwait y se enfrentó a una Coalición
Internacional formada por más de 30 países que lo expulsaron del emirato y le
aplicaron sanciones para evitar que pudiera rearmarse.
En el 2002, al momento de ubicar a Irak en la lista del eje
del mal, este país se encontraba
aislado, empobrecido y debilitado sustancialmente por las sanciones
internacionales. Al año siguiente tropas
combinadas de EE.UU. y Reino Unido invadían la cuna de la Civilización Sumeria apoyado por el más avanzado aparato militar
del mundo, con la excusa de buscar y
eliminar las armas de destrucción masiva que poseía Saddam Hussein. Sin
embargo, los anglosajones no encontraron ni rastros de las armas que buscan,
porque no existían. Posteriormente tanto Estados Unidos como Reino Unido
informaron que fueron “engañados” por
desertores del régimen de Saddam que le suministraron informaciones falsas.
Corea del Norte e Irán, estuvieron bien atentos a los
acontecimientos en Irak, al tiempo
buscaban una "vacuna" que lo inmunizara cuando le tocara su turno.
De manera que en el año 2003, Corea del Norte decidió
retirarse del Tratado de No Proliferación Nuclear del 1968 que habían firmado y ratificado. Retomó su
programa nuclear que había iniciado en 1957 y suspendido en la década del 90s.
En el 2005, Corea del Norte se proclama potencia nuclear y al
año siguiente realiza su primera prueba de una arma nuclear, acción que
repitieron en el 2009 y en febrero del presente año.
De igual manera Irán aceleró su programa nuclear a partir del 2005 y
justifica la acción planteando que como Estado firmante del Tratado de No
Proliferación Nuclear no viola este tratado al desarrollar tecnología nuclear
con fines pacífico, mientras que EE.UU., e Israel lo acusan de estar
desarrollando tecnología que lo lleven
fabricar armas nucleares.
La creación de una lista de países tipificado por EEUU como
eje del mal es el principal motivo de la actitud defensiva de Corea del Norte e
Irán que luchan por evitar que su territorio sea atacado o invadido.
El actual conflicto
entre Corea del Norte y
EE.UU. tiene como una de sus principales causas: la creación de la lista del eje del mal; la
invasión de Irak y el derrocamiento
del régimen de Saddam Hussein; la invasión de Libia y el derrocamiento del régimen
de Gadafi; el apoyo a los rebeldes en Siria para derrocar el régimen de Bashar
al Assad; así como de la serie de sanciones internacionales que ha aplicado el
Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, mediante resoluciones a partir del año 2006 para intentar
persuadirla para abandone su programa nuclear y retorne al Tratado de No
Proliferación Nuclear.
En cuanto a los demás países que integran la lista como Cuba, Birmania, Zimbabwe y Bielorrusia. Los tres primeros han dado pasos concretos para convencer a EE.UU. de que están dispuestos a implementar importantes reformas políticas y económicas encaminadas a garantizar la transición hacia la democracia. En cuanto a Bielorrusia, este tiene un paragua que lo protege de la lluvia y el sol que se llama Rusia.
Estas acciones muy concretas crean nerviosismos en los regímenes que gobiernan Corea del Norte e Irán que luchan por sobrevivir en medio de la hostilidad.
Mohamar Gadafi, quizo escapar de la lista del eje del mal
acercando a Occidente a partir del 2003 cuando reconoció la
responsabilidad y pago una indemnización de los atentos de Lokerbie
en 1988 en el que murieron 270 personas siendo la gran mayoría procedente
de EE.UU. y Reino Unido. Sin embargo, las acciones de Gadafi no convencieron a
Occidente ya que en el 2009 recibió con agasajo a uno de los implicados en el
atentado que fue liberado en el Reino Unido por cuestiones de salud, además
mantuvo un discurso ácido contra Occidente, especialmente contra
EE.UU., Gadafi murió como el pez, por la boca.
En cuanto a los demás países que integran la lista como Cuba, Birmania, Zimbabwe y Bielorrusia. Los tres primeros han dado pasos concretos para convencer a EE.UU. de que están dispuestos a implementar importantes reformas políticas y económicas encaminadas a garantizar la transición hacia la democracia. En cuanto a Bielorrusia, este tiene un paragua que lo protege de la lluvia y el sol que se llama Rusia.
Estas acciones muy concretas crean nerviosismos en los regímenes que gobiernan Corea del Norte e Irán que luchan por sobrevivir en medio de la hostilidad.
Finalmente,
pienso que de lo que se trata no es de quien gana y quien pierde, porque una
guerra donde haya posibilidad de usar armas nucleares, todos perdemos, aun lo
que estamos en la periferia. Entonces, EE.UU., debe manejar el conflicto
con estos dos países con mucha prudencia y diplomacia.
La solución del conflicto en la península de
Corea es una: la unificación. Corea del Norte y Corea del Sur, es una misma
nación dividida ideológicamente por EE.UU. y la Unión Soviética al finalizar la
Segunda Guerra Mundial, como ocurrió con Alemania y Vietnam.
Alemania fue unificada en 1990, hoy Europa Occidental
respira en un ambiente de paz y tranquilidad. La unificación de Corea tendría
el mismo impacto para el Sudeste Asiático.
Si Corea se unifica por medios pacíficos como el dialogo, la concertación
y el consenso en el mundo habrá paz, si se intenta la unificación por la vía bélica el mundo
puede verse involucrado en ese conflicto por los intereses geopolíticos que
tienen Rusia y China en la península.
El autor es politólogo
Analista de temas
internacionales
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