LA VOZ DE RUSIA
Iliá Kramnik
China y Rusia comenzaron importantes maniobras navales. En ellas participan veinticinco buques y submarinos, más de veinte aviones y helicópteros, y unidades de tropas especiales. Estas maniobras tienen un carácter preponderantemente bélico.
Sin pretender de más
Las maniobras de las flotas china y rusa “Interacción Naval-2012” que comenzaron este domingo, durarán hasta el 27 de abril. Al comentar el guión, salta a la vista que los ejercicios están destinados a mejorar la capacidad combativa de ambas flotas.
La práctica política contemporánea se basa en conceptos predefinidos, y uno de ellos tiene relación con el propósito real de las Fuerzas Armadas, en especial en el marco de las alianzas y uniones internacionales. La mayoría aplastante de las maniobras internacionales cada vez más tienen o bien policíaco-humanitario: los militares practican operaciones de salvamento, misiones de paz, lucha contra el contrabando de armas, migración ilegal y tráfico de drogas, subsanar las secuelas de los desastres naturales.
Esto permite adivinar las posibles variantes de distribución de fuerzas en el tablero global, cuando llegan informaciones sobre maniobras de otra índole, como es el caso de las recién comenzadas maniobras de las flotas de guerra de China y Rusia. El énfasis principal durante la marcha de estas maniobras se hace sobre la utilización en combate de estas fuerzas: ambas partes ensayan (incluidas prácticas de tiro) ejercicios de defensa antisubmarina y antiaérea, combate con las naves del adversario, acciones de las fuerzas submarinas y escolta de convoyes. También se llevan a cabo prácticas de abastecimiento de grupos de naves en mar abierto. El componente humanitario se concreta en lo esencial a misiones de antipiratería y operaciones de búsqueda y rescate.
China es la anfitriona de estas maniobras, bajo cuyo mando se incluyen dieciséis naves y yates de combate, dos submarinos y dos barcos de apoyo, del conjunto de veinticinco embarcaciones que participan en las maniobras. Sin embargo, la interacción durante las operaciones conjuntas se lleva a cabo en idioma ruso. La parte rusa destinó a la participación en las maniobras un destacamento de naves de combate bajo la dirección del crucero de misiles “Variag”, tres buques antisubmarino pesados: “Almirante Vinográdov”, “Mariscal Shapóshnikov” y “Almirante Tríbutz”, recién llegado de patrullar el cuerno de África en misiones de antipiratería. Estas naves representan, de hecho, el núcleo de las fuerzas de superficie de la Flota del Pacífico. Además de ellas, en estas maniobras participan tres naves de apoyo de la Armada de Guerra de Rusia.
¿Contra quién nos unimos?
No existe una respuesta oficial a esta pregunta, aunque extraoficialmente surgen en abundancia. Antes que nada, cabe señalar que estas maniobras trascurren en un momento de agudización de los conflictos territoriales de la República Popular China con sus vecinos y prácticamente al lado tienen lugar las maniobras de las flotas de EEUU y Filipinas, que discuten con China un grupo de islas del Mar de la China Meridional.
Con este fondo, las maniobras conjuntas con China se perfilan como una respuesta evidente de este país en relación a las discusiones territoriales sobre las islas Kuriles del sur, entre Japón y Rusia. Las posiciones de China y Rusia en este aspecto se acercan también por el hecho de que sus contrincantes cuentan con el apoyo de EEUU.
El asunto Índico
Un tema aparte resultan las interacciones del triángulo China-India-Rusia, teniendo en cuenta las complejidades históricas de las relaciones entre la India y China. No obstante, los últimos años testifican irrevocablemente de un acercamiento entre Pekín y Delhi, además de la constancia en las relaciones de ambos gigantes asiáticos respecto a Moscú. Este mes la capital de Rusia propició el encuentro de los cancilleres de la India, China y Rusia, con lo que se demostró la presencia de intereses comunes y la intención de defenderlos. Estos tres países, que definen en gran medida la situación de la región del Pacífico Asiático, tienen más puntos en común que divergencias: el problema afgano, los sucesos del Medio Oriente, la península coreana, la situación en Irán. Finalmente, estos tres países tienen puntos de vista cercanos respecto a las relaciones en la esfera económica.
En consecuencia, se torna real el acercamiento real entre India y China, potenciado durante largo tiempo por Rusia. Y teniendo en cuenta este acercamiento, las maniobras conjuntas de Rusia con cualquiera de las partes no afecta en nada los intereses comunes.
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