La presencia del presidente Barack Obama dejó varios puntos concretos con respecto a la política de Estados Unidos frente a los demás países del hemisferio y algunos temas coyunturales que se trataron en la Cumbre de las Américas.
Desde su llegada, el Presidente estadounidense dejó clara su posición sobre el tema de la eventual legalización de la droga, a la que le dio un no contundente, al indicar que esa “no es la respuesta”, al sustentar que “habría un comercio masivo y si no existen límites las condiciones podrían ser más dañinas que las que existen en este momento”.
Para José Obdulio Gaviria es evidente que Estados Unidos tenía que “mostrar una fortaleza en el diálogo de igual a igual con los demás países”, ya que considera “en el Continente existen muchos discursos diferentes sobre diversos temas”.
Explicó que los efectos de la Cumbre son marginales, debido a que el foco de atención de Obama se encuentra en Centroamérica, principalmente, por los temas de “la seguridad y la migración caribeña, entre otros puntos”.
Cosa similar piensa el economista Emilio García, quien reconoce que Estados Unidos no iba a cambiar su política antidrogas.
Al referirse a la presencia de Estados Unidos en la Cumbre y su repercusión en el subcontinente latino, García asegura que se dieron avances en materia comercial, como el anuncio de la puesta en marcha del TLC así como el diálogo que Obama sostuvo con la presidenta argentina, Cristina Fernández, sobre las diferencias en sus relaciones bilaterales en materia comercial.
El exprocurador Jaime Barnal Cuéllar reconoció que “era muy difícil llegar a soluciones concretas en muchos temas” y dijo que lo planteado por los mandatarios asistentes y lo dicho por Obama en materia de drogas “es indudable que se debe profundizar y buscar las alternativas” que el mismo Mandatario estadounidense planteó.
Por su parte, el exgobernador de Santander, Horacio Serpa, manifestó que a Obama le fue bien en su visita a Colombia, debido a que “tuvo un acercamiento, especialmente con América Latina, que le sirve como presidente”, incluso advirtió que el Mandatario “tenía claro lo que iba a hacer en la Cumbre y los resultados que buscaba”.
Esta apreciación de Serpa coincide con los hechos que se registraron en el marco de la Cumbre, en la que el Presidente estadounidense desvirtuó la visión de sus críticos que lo han acusado de estar más pendiente de grandes mercados como los de China y Japón, así como su atención especial al Medio Oriente.
La exsenadora Cecilia López resalta que el tema de Cuba y las drogas elevaron la calidad del debate y, por lo menos, “se abrió la discusión sobre los temas”.
Y es que el tema cubano también captó la atención del presidente Obama, quien en una de sus intervenciones dijo que “es mi esperanza que Cuba vea que lo que ha pasado en países como Colombia, Brasil y Chile. Cuando eso pase va a tener los brazos abiertos en Estados Unidos”, al hacer una clara referencia a la isla de Fidel Castro y la posibilidad de que haya una apertura democrática en ese país.
Un Obama calculador
Otra faceta que se le vio al Presidente de Estados Unidos fue el comportamiento que tuvo en la Cumbre. Algunos analistas lo calificaron de estratégico y medidor.
Uno de los que llamó la atención sobre la actitud del Mandatario fue el propio expresidente de Cuba, Fidel Castro, quien en un artículo en un impreso de la isla, dijo que observó a Obama “pensativo y a veces bastante ausente. Era como si durmiera con los ojos abiertos”.
Esta aseveración de Castro en el impreso cubano abrió cábalas sobre la actitud de Obama en la Cumbre, debido a que se llegó a decir que se sintió atacado por los demás mandatarios, cosa que fue negada por el mismo presidente Juan Manuel Santos, quien en la rueda de prensa final de la Cumbre aseguró que lo vio dinámico. Santos, incluso dijo que su homólogo se había sentido “excitado” con la Cumbre.
El exvicepresidente Humberto de la Calle, en diálogo con el Canal RCN, dijo que esto representó una estrategia del Mandatario, debido a que consideró que él, Obama, se encuentra en plena campaña presidencial que obligaba a tomar medidas.
Explicó que ese comportamiento se debió a que “no quería correr riesgos”. Algo similar comentó el exgobernador de Santander, Serpa, quien dijo que “Obama hizo una presencia importante, atendió medios de comunicación y estuvo muy tranquilo”, lo que a su juicio “obedeció a una estrategia de campaña, porque estaba bien libretiado sobre lo que debía hacer”.
Bernal Cuéllar, entre tanto, manifestó que Obama sin duda tenía un “problema por el proceso electoral que enfrenta” lo que “le exigía la mayor cautela en su comportamiento, sus palabras y actos porque él debe mantener una fortaleza bien marcada en su carrera para la reelección”.
Cosa diferente pensó José Obdulio Gaviria, quien descartó que se haya tratado de una estrategia de campaña.
Dijo que Obama hizo lo que tiene que hacer un presidente de Estados Unidos que era “escuchar y mantener su posición en torno a temas que no comparte, como el de Cuba”, por lo que aclaró que “no veo su presencia y comportamiento como una actitud o estrategia dentro de la campaña electoral”.
Los Ganadores de la Cumbre
Colombia. El triunfo se dio por la organización de la Cumbre que cumplió con las expectativas que se habían planteado para este reto. El exprocurador Jaime Bernal reconoció que el país fue un “anfitrión de lujo”, además que la Cumbre misma se salió de los esquemas anteriores al abrir debates, que si bien no iban a tener conclusión, sí comenzaron a ser analizados en el Continente.
El presidente Juan Manuel Santos. El mandatario logró consolidar un trabajo de diez años del TLC con Estados Unidos. También abrió el debate sobre la política antidrogas y la eventual presencia de Cuba en otras cumbres de este tipo.
Cuba. La isla de Fidel Castro fue protagonista de la Cumbre de las Américas sin haber hecho presencia. Como lo dijo Horacio Serpa: “Sin venir estuvo en la cabeza y la boca de todos los presidentes que asistieron”.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama. Su presencia en la Cumbre sirvió para mostrar una faceta más distensionada que le podrá servir para atraer más la atención del voto hispano en sus intenciones reeleccionsitas.
La Cumbre de los empresarios. Lo que nació como una idea para desarrollar en paralelo terminó con resultados concretos en materia de integración comercial. Tuvo tanta acogida que el mismo presidente Santos anunció que se continuará desarrollando en las cumbres venideras.
Los perdedores
Venezuela, Ecuador y Nicaragua. La ausencia de los mandatarios Hugo Chávez, Rafael Correa y Daniel Ortega fue vista como la pérdida de una oportunidad que tenían para plantear sus tesis y solucionar las diferencias que tienen con algunas naciones del hemisferio.
La Cumbre de los Pueblos. El cer tamen promovido por el Polo Democrático Alternativo no tuvo la fuerza que esperaban sus organizadores. Pasó sin que siquiera muchos mandatarios se percataran que existía.
El diferendo por las Malvinas. Si bien la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, esperaba resultados concretos en esta materia, no hubo consenso y la Mandataria -según se dijo- se fue después de la foto protocolaria descontenta. En solidaridad, el jefe de Estado boliviano, Evo Morales, también partió antes de la clausura.
El consenso presidencial. Si bien uno de los propósitos del presidente Juan Manuel Santos y su canciller, María Ángela Holguín, era que la Cumbre de Cartagena tuviera resultados concretos, al final no hubo una declaración oficial, debido a que no hubo consenso entre los mandatarios que participaron en el encuentro.
El Servicio Secreto de Estados Unidos. El episodio protagonizado por 11 miembros del cuerpo de seguridad del presidente Obama, fue el mayor lunar de la Cumbre.
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