(Especial para Infolatam por Rogelio Núñez)-.
Ortodoxo en economía, muy poco comunicativo, castrense a la hora de dar indicaciones, prudente en sus palabras, nacionalista en lo referente a la política exterior y aficionado al twitter. Ese es el estilo que ha imprimido Ollanta Humala en su primer mes de gobierno en Perú y que ha empezado a dar frutos en el terreno económico y político.
Ha buscado a la vez de tranquilizar a los mercados con los nombramientos que hizo de ministros y tratar de disminuir las expectativas sobre cambios inmediatos: “las cosas no se pueden hacer de la noche a la mañana, pero estamos avanzando..No es lo mismo avanzar en un Estado que ha estado acostumbrado a servir a toda la población que en uno que no estuvo diseñado a eso”.
Un estilo que ya le empieza a dar sus frutos. El ministro de la Producción, Kurt Burneo, anunció que la mejora del grado de inversión muestra que el nuevo gobierno genera confianza: “ya no estamos en la octava posición, sino en la sétima, pero aún hay países, como Chile, que están en mejores niveles; así que hay un trecho por recorrer, pero lo importante es un reconocimiento a la confianza que pone a partir de la presentación del gabinete de Salomón Lerner Ghitis (en el Congreso)”.
Burneo aspira a que Fitch Ratings y Moody’s mejoren su calificación a Perú pues “la calificación otorgada por Standard & Poor’s genera un referente para las demás agencias Fitch y Moody’s, y uno podría esperar una mejora en la calificación de los papeles de deuda de moneda extranjera de Perú”.
El analista Enrique Cornejo en el diario Gestión recuerda que “han transcurrido los primeros 30 días del Gobierno que encabeza el presidente Ollanta Humala. Lo primero que debemos destacar es el tono positivo y prudente que ha caracterizado los mensajes tanto del presidente el pasado 28 de julio como el del premier recientemente dado en el pleno del Congreso de la República. Tono sereno y de centro sería, en mi opinión, la mejor definición del tipo de discurso elegido”.
Cornejo añade que “más allá de lo dicho es importante destacar el énfasis en continuar con los esfuerzos de inversión y crecimiento económico, el mantenimiento de la estabilidad macroeconómica, el respeto a los contratos suscritos por el Estado y la autonomía del Banco Central…las primeras movidas y anuncios concretos han generado tranquilidad en la población y entre los inversionistas”.
Guiños a la izquierda
No ha sido el único éxito. Como subraya el analista político Nelson Manrique en el diario La República “en pocos días se han aprobado medidas que marcan un punto de inflexión. La Ley de Consulta Previa a las comunidades indígenas amazónicas y andinas…El otro paso trascendental ha sido la exitosa negociación con el sector minero, que se ha comprometido a aportar 3 mil millones de soles anuales al fisco… En cinco años Alan García cobró apenas 2.283 millones de soles”.
Un Ollanta Humala moderado en el terreno económico lanza guiños a su electorado tradicional invocando viejos postulados utranacionalistas como una forma de compensar su viraje socio-económico.
Así el mandatario peruano fue a Tacna para participar en las celebraciones del 82º aniversario de la “Reincorporación de Tacna a la Heredad Nacional”, tras reincorporarse a Perú por el Tratado de 1929, cuando aún estaba en poder de Chile tras el término de la Guerra del Pacífico.
Tras recordar que también Loreto vivió “el cercenamiento de una parte de su territorio”, señaló que la ocupación extranjera “nunca más volverá a suceder en la historia de nuestra patria” y llamó a los jóvenes a hacer su servicio militar, “más aun en Tacna, una guarnición que siempre debe estar completa”.
Otro guiño fue con el que comenzó su gobierno cuando juró por el espíritu de la constitución del 79. Carlos León en el diario La República interpreta estos guiños así: “creo que es una cuestión importante que con pequeños gestos “para la tribuna” hacer por ejemplo una mención a la Constitución del 79, pese a que es no es una prioridad para el gobierno cambiarla. Tenía que desmarcar la cancha con respecto al fujimorismo. Lerner además hizo un guiño a la izquierda evocando en su mensaje a Flores Galindo”.
Y por encima de todo la apuesta principal de Humala siguen siendo las políticas sociales: “la propuesta del presupuesto general para el periodo 2012 tienen un fuerte énfasis en el área social, hemos aumentado en el tema de educación aproximadamente 1,500 millones más de soles y eso es algo que no se ha hecho, por lo menos en los últimos 30 o 40 años”.
Nuevo estilo
Ollanta Humala parece haber impuesto el silencio como nuevo estilo de Gobierno en Perú, evitando los discursos y las declaraciones a la prensa tras semanas de asumir el poder en un país cargado de diferencias políticas.
“Estamos haciendo un gobierno efectivo, que se ponga a ‘chambear’ (trabajar) de una vez, (con) menos palabras y más acción”, dijo Humala.
“Tiene su estilo de Gobierno, pues, ¿Por qué no respetan? ¿Quieren que sea un parlanchín que hasta por gusto hable como Alan García?”, ha comentado su padre Isaac Humala.
El congresista y segundo vicepresidente de la República, Omar Chehade, justificó ese silencio al indicar que Humala es “muy sobrio”.
Para Chehade “el presidente recién se ha instalado, está analizando, evaluando, formando equipos, es una política bastante sobria, hemos visto al presidente García con un desgaste y que comentaba hasta un partido de fútbol y a eso se acostumbró la prensa”.
Ese estilo sobrio en el que los ministros están muy empoderados solo lo ha roto con el tema de la inseguridad ciudadana. El 18 de agosto, el jefe del Estado asumió personalmente la presidencia del Comité Nacional de Seguridad Ciudadana y él mismo anunció algunas medidas como el restablecimiento del orden en los penales, la creación de un fondo contra la inseguridad ciudadana y el servicio policial voluntario.
Ese día hizo un despliegue de su marcado estilo castrense cuando se le vio dar ordenes a sus ministros de esta forma: “Ministro de Transportes, me reordena la administración de las licencias de conducir…ministro del Interior, me reorganiza el ministerio y la Escuela de Policía…ministro de Justicia, necesitamos restablecer el orden en los penales…ministro de Economía, necesitamos fondos”.
Ese nuevo estilo juega a favor de los dos grandes objetivos del humalismo, dar confianza a las inversiones extranjeras y a la vez impulsar reformas sociales “estableciendo mecanismos de participación y confianza, aseguraremos la inversión y la inclusión que los pueblos demandan”, sostiene el propio presidente.
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