Por Simon Bradley in Geneva, swissinfo.ch
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) inició este miércoles en Ginebra los trabajos de su 100ª conferencia en un contexto mundial de desempleo juvenil y de malestar social. Entre los muchos temas objeto de examen, los Estados participantes esperan la aprobación de un nuevo instrumento jurídico internacional que mejore radicalmente la protección de los trabajadores domésticos.
En declaraciones a los medios de comunicación a principios de semana, el director general adjunto de la OIT, Guy Ryder, describe el centenario como “un momento histórico para nuestra organización que se refleja en el número de invitados”.
La canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro ruso, Vladimir Putin, se encuentran entre los 5.000 representantes de gobiernos, empleadores y trabajadores presentes en la reunión anual, que se desarrolla hasta el 17 de junio. La presidenta suiza, Micheline Calmy-Rey pronunciará un discurso el día 15.
En esa plataforma se discutirán los “grandes cambios sociales” que tienen lugar en algunas partes de Oriente Medio y el norte de África mientras el mundo enfrenta retos como la crisis económica mundial y del empleo, señaló la OIT.
En el más reciente informe de la OIT sobre la situación del trabajo, ‘Una nueva era de justicia social’, el director general, Juan Somavía, denunció desigualdades crecientes, situaciones sociales insostenibles y desequilibrios en el desarrollo.
“La desigualdad de ingresos ha aumentado en la mayoría de los países, con ingresos en niveles superiores que se alejan mucho de los ingresos medios. En las economías desarrolladas las desigualdades de ingresos se han traducido en desigualdades de riqueza y pueden poner en peligro la movilidad social en los próximos años”, advirtió.
Desempleo y desigualdad
En declaraciones a los medios de comunicación a principios de semana, el director general adjunto de la OIT, Guy Ryder, describe el centenario como “un momento histórico para nuestra organización que se refleja en el número de invitados”.
La canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro ruso, Vladimir Putin, se encuentran entre los 5.000 representantes de gobiernos, empleadores y trabajadores presentes en la reunión anual, que se desarrolla hasta el 17 de junio. La presidenta suiza, Micheline Calmy-Rey pronunciará un discurso el día 15.
En esa plataforma se discutirán los “grandes cambios sociales” que tienen lugar en algunas partes de Oriente Medio y el norte de África mientras el mundo enfrenta retos como la crisis económica mundial y del empleo, señaló la OIT.
En el más reciente informe de la OIT sobre la situación del trabajo, ‘Una nueva era de justicia social’, el director general, Juan Somavía, denunció desigualdades crecientes, situaciones sociales insostenibles y desequilibrios en el desarrollo.
“La desigualdad de ingresos ha aumentado en la mayoría de los países, con ingresos en niveles superiores que se alejan mucho de los ingresos medios. En las economías desarrolladas las desigualdades de ingresos se han traducido en desigualdades de riqueza y pueden poner en peligro la movilidad social en los próximos años”, advirtió.
Desempleo y desigualdad
A escala global, el 80% de la población mundial comparte el 30% de la riqueza del mundo, mientras el 70% restante está en manos del 20% de la población.
De acuerdo con estadísticas recientes, desde 2009 el desempleo mundial ha subido a niveles récord. En 2010 había 205 millones de personas sin trabajo y 2011 no luce mejor, especialmente en los países industrializados, afectados por un crecimiento lento.
Los jóvenes - 80 millones están desempleados - son los más afectados por el actual modelo de crecimiento que ya no funciona, subrayó la OIT.
Ryder, añadió que la OIT insta a “cambios fundamentales en la globalización” y reconoce que para ello se requiere una “locomotora política” que impulse la idea de un “crecimiento eficaz y socialmente responsable”, donde los intereses financieros sean reemplazados por “las necesidades de ambos, empresarios y trabajadores, en la economía real”.
“Esta situación es una bomba de tiempo, como lo han mostrado los recientes acontecimientos en el mundo árabe. Es nuestra responsabilidad colectiva evitar una crisis social”, dijo Somavia.
La crisis económica ha dado nueva legitimidad a la organización con sede en Ginebra, cuyo discurso “social” había sido con frecuencia ignorado, aunque más tarde fue adoptado por otras organizaciones internacionales.
Tratados internacionales
Durante las dos semanas de reuniones, los Estados miembros de la OIT examinarán la posibilidad de adoptar un nuevo instrumento jurídico - un convenio acompañado de una recomendación - sobre condiciones laborales decentes para los trabajadores domésticos.
Ryder dijo que el convenio refleja la voluntad de la OIT de centrarse en uno de los “más excluidos, menos visibles y más explotados” sectores de la fuerza de trabajo.
Señaló a swissinfo.ch que algunos Estados y empleadores dudan aún sobre la aprobación del tratado, pero “no veo ningún bloque de oposición u obstáculo”.
Los problemas pendientes son puramente técnicos y no hay un amplio apoyo a la iniciativa, que fue negociada en Ginebra el año pasado, añadió.
Optimismo
Giangiorgio Gargantini, especialista sobre trabajadores domésticos de la Unión Interprofesional de los Trabajadores, con sede en Ginebra, también se mostró optimista en cuanto a la aprobación de la iniciativa.
“Será aprobada, pero no tendrá una influencia inmediata, ya que requerirá todavía la ratificación de los Estados”, puntualizó.
Desde del 1 de enero 2011 los trabajadores domésticos empleados por particulares en Suiza deben ganar por lo menos18.20 francos (17.40 dólares) por hora, como parte del nuevo modelo de contrato nacional.
Todos los cantones tienen la obligación de adoptar las normas de salario mínimo de aquí al 31 de diciembre de 2013, con excepción del cantón de Ginebra, que ya puso en vigor las directrices del salario mínimo.
Simon Bradley in Geneva, swissinfo.ch
Traducción, Marcela Águila Rubín
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