Dudas, preguntas y críticas comienzan a emerger de la Comunidad Internacional, mientras la campaña militar liderada por occidente continúa en Libia. La intervención militar ha disgustado al mundo, provocando reacciones de enfado en muchas partes del planeta.
ACCION MILITAR EXCEDE PRESUNTAMENTE MANDATO DE LA ONU
El 17 de marzo, el Consejo de Seguridad de la ONU adoptó la Resolución 1973 para imponer una zona de exclusión aérea en Libia. La resolución autoriza el uso de fuerza para proteger a los civiles del país africano. En cualquiera de los casos, las fuerzas occidentales atacaron a las fuerzas de Gadafi en tierra, yendo más allá de la creación de la zona de exclusión. Ted Carpenter, un experto del Instituto de Investigación Cato, con sede en Washington, dijo que el verdadero objetivo de la misión militar inicial liderada por EEUU era derrocar al líder libio Muamar Gadafi.
Carpenter cree que la acción militar actual de los EEUU y sus aliados de la OTAN ha ido más allá de la resolución del Consejo de Seguridad y de lo que esperaba la Liga Arabe. "Si la coalición hace pública de manera abierta su intención de derrocar a Gadafi, entonces habría actuado fuera de (lo estipulado en el) mandato", dijo Carpenter a Xinhua el sábado. La Duma, la cámara baja del Parlamento de Rusia, hizo unas declaraciones el miércoles en las que realizaba un llamamiento a los países occidentales a que terminaran su intervención militar en Libia para ayudar a que se produzca "un alto el fuego inmediato y acabar con las muertes y el sufrimiento de civiles".
La acción militar ha revelado el deseo de varios estados de utilizar el mandato de la ONU como pretexto para conseguir objetivos "distintos a la protección de la población civil" en Libia, según la declaración de la Duma. El ministro de Exteriores turco, Ahmed Davutoglu, dijo el martes que la Resolución 1973 cuenta con un marco claro, y cualquier acción fuera del mismo es "ilegal".
Li Baodong, el representante permanente de China en las Naciones Unidas, hizo un llamamiento el martes para que todas las partes involucradas ejerciten un "alto el fuego permanente para evitar que el conflicto se intensifique y que empeore la ya tensa situación en la región". "La resolución del Consejo de Seguridad está enfocada a la protección humanitaria, más que a crear más víctimas civiles y una catástrofe humanitaria más grande", dijo Li durante las consultas del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Libia.
El presidente de la Comisión de la Unión Africana (UA), Jean Ping, reiteró en Francia el jueves que la UA se opone a una intervención militar extranjera en Libia, añadiendo que las fuerzas occidentales no realizaron suficientes consultas a la UA antes de empezar a lanzar ataques contra el país africano. El presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, previno el lunes a las fuerzas occidentales contra el abuso de la resolución de la ONU en Libia, e hizo un llamamiento a un alto el fuego, y para que no se viole la soberanía libia.
ATAQUES CON INTENCIONES OCULTAS
En esta ocasión, Francia, Reino Unido y Estados Unidos han defendido de manera agresiva el uso de la fuerza militar para prevenir un "desastre humanitario" en Libia, pero los analistas creen que los líderes de estos países occidentales cuentan con su propia agenda política y diplomática. Francia ha sido la pionera en las actuales operaciones militares contra Libia.
Algunos medios de países europeos y estadounidenses, así como analistas, creen que las acciones del presidente francés, Nicolas Sarkozy, están encaminadas a preservar la influencia de su país y sus intereses en el mundo, especialmente en la región del Mediterráneo. También se cree que pueda estar intentando ganar puntos de cara a las próximas elecciones presidenciales galas. "Con su (nivel) de popularidad rozando el mínimo registrado, y enfrentándose a un año de elecciones, el presidente francés, Nicolás Sarkozy, está desesperado por aumentar su estatura política", dijo el rotativo Los Angeles Times el pasado domingo, añadiendo que Gadafi le ha proporcionado esa oportunidad a Sarkozy.
El periódico estadounidense también dijo que Francia cuenta con importantes intereses estratégicos y geopolíticos en Libia, que comparte frontera con cuatro países africanos de habla francesa, y además tiene abundantes recursos petrolíferos. En cuanto a la activa participación de Reino Unido en la contienda, el periódico Financial Times dijo que el gobierno del primer ministro David Cameron podría estar llevando a cabo una apuesta política para conseguir "algunos recursos diplomáticos" para su Partido Conservador, y demostrar su talento diplomático.
Al principio, EEUU no era partidario de la intervención militar en Libia, pero después pasó a presionar a la ONU para que aprobaran la resolución que impuso la zona de exclusión aérea en el país africano. Carpenter dijo que el presidente de EEUU, Barack Obama, se vio forzado a ajustar su política sobre Libia tras presiones tanto domésticas, como de sus aliados.
El periódico español Intifada afirma que existen razones económicas y políticas detrás de la intervención occidental en Libia. Occidente no solo pretende derrocar a Gadafi, sino también allanar el camino para aislar a Irán y ocupar el mercado islámico en su plenitud, según el periódico.
El rotativo The Guardian, asegura que Francia, Reino Unido, EEUU y otros países se están enfrentando cada vez a más críticas en el mundo debido a su reciente intervención militar en Libia, y las últimas encuestas muestran que los británicos tienen dudas sobre los motivos que han llevado a su gobierno a participar en la misma.
CONSECUENCIAS INCIERTAS
La acción militar llevada a cabo por las fuerzas occidentales continúa después de casi una semana. Pero la comunidad internacional teme que esto sea sólo el principio, y que los ataques aéreos vayan a continuar durante un periodo de tiempo más largo. Las consecuencias de una intervención militar, su desarrollo, y los grandes gastos que suponen pueden convertir a Libia en otro caso turbulento como Irak.
El New York Times dijo el miércoles en un artículo publicado en su página web que es probable que la intervención desemboque en dos posibles soluciones: o bien las fuerzas de la coalición fracasan, o bien se despliegan más soldados y se invierte más dinero. Muchos expertos militares europeos y estadounidenses ponen en tela de juicio si occidente será capaz de vencer a Gadafi solo mediante ataques aéreos.
Howard McKeon, presidente del Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes, dijo que la historia ha probado que los ataques aéreos por si solos no son suficientes para sacar al enemigo de sus trincheras, y describió la política de la administración Obama sobre Libia como "estrategia estancada". Además del compromiso político, las grandes gastos que supone la campaña militar contra Libia también preocupan a los países involucrados.
Según los analistas, solo las operaciones del pasado sábado, el primer día en que comenzaron las acciones militares, le costaron a la coalición más de 100 millones de dólares.
El peor de los casos es que se desate una guerra civil y una división dentro del país, lo que sería una consecuencia muy negativa, dijo Jan Egeland, director del Instituto Noruego de Asuntos Exteriores. El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan dijo el martes que la actual intervención militar extranjera en Libia puede ser potencialmente contraproducente. Erdogan criticó duramente los ataques aéreos occidentales, afirmando que en el pasado se ha probado que este tipo de operaciones son inútiles, y que incrementaban la pérdida de vidas. (Xinhua)
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