domingo, 21 de junio de 2009

La semana de la "twitter-revolución" política



nacion.com

Washington (DPA). El mundo ha vibrado durante días con la revolución de los nuevos medios que vive el Irán post electoral, donde nuevas webs "sociales" como Twitter, Facebook o Youtube adquirieron una inusitada e inesperada relevancia al convertirse en la vía por la que miles de iraníes disconformes con el resultado electoral reportaron sobre las protestas y su represión policial.

El fenómeno ha llegado tan lejos que incluso medios tradicionales como las cadenas de televisión se han servido generosamente de los mensajes y videos enviados desde teléfonos móviles o cámaras de aficionados de manera anónima y que "levantaban" de estas webs.

Incluso el Departamento de Estado norteamericano llegó a pedir a Twitter que pospusiera sus tareas de mantenimiento dado el papel que estaba adquiriendo en las protestas iraníes.

"No sabría la diferencia entre un Twitter y un tweeter (pío pío)", bromeó la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, "pero creo que mantener esa línea de comunicaciones abierta (...) en momentos en que no hay muchas otras fuentes de información es una expresión importante del derecho a opinar y de ser capaces de organizarse que valoramos", agregó en tono más serio al ser preguntada esta semana por la petición oficial a la web.

Irán es la última -y quizás más moderna- expresión de un fenómeno que sin embargo viene de más largo, desde que en los últimos años se ha generalizado el acceso a Internet y a las nuevas tecnologías en general.


Muestra de su relevancia es quizas el español Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica que se llevaron también esta semana los padres del teléfono móvil, Martin Cooper, y del correo electrónico, Raymond S. Tomlinson, por "su impacto en la sociedad", según consideró el jurado.

Ninguna región del mundo se ha librado de este "impacto". Tampoco América Latina donde, si bien la brecha digital es aún muy grande en muchos países, los nuevos medios han servido -y sirven- para marcar políticas y eludir censuras oficiales.

El caso más relevante sigue siendo probablemente Cuba. El país con menor acceso tecnológico -los cubanos recibieron permiso oficial para adquirir un celular apenas hace un año y sólo un porcentaje mínimo de su población tiene acceso a Internet- se ha convertido sin embargo en el ejemplo regional más claro del impacto de las nuevas tecnologías en la libertad de expresión.

Y todo ello a raíz de una sola persona, la filóloga Yoani Sánchez, quien en 2007 inició un atrevido blog donde se atreve a cuestionar la política oficial de la isla y su falta de libertades que ha logrado cientos de miles de entradas e iniciar una "moda" que, pese a las dificultades técnicas y políticas, cuenta ahora con decenas de emuladores bloggers en la Mayor de las Antillas.

Twitter es en Cuba todavía una quimera, pero donde faltan los recursos puede la imaginación y recientemente también empezó a funcionar "Granpa", un servicio de envío por mensajes de celular (sms) de titulares de prensa sobre Cuba de medios como "Cuba Encuentro" a los que los cubanos no tienen acceso y que con su nombre hace una burla al diario oficial de Cuba, el "Granma".

Mas la "ciberrevolución" parece estar calando en toda la región. En Chile, el candidato presidencial Marco Enríquez Ominami usa masivamente los nuevos medios -los comentarios sobre su campaña no paran en Twitter-, además de grabar un reality con sus actividades diarias para un canal pequeño de cable.

Entre los casos más interesantes con implicación de los nuevos medios en este país figuran también las protestas de escolares que arrancaron en 2006, y que los estudiantes coordinaron mayoritariamente a través de blogs y fotologs.

En la vecina Argentina, medios online como "lavaca.org" se han logrado implantar como una alternativa a los tradicionales, mientras que el país todavía recuerda el uso de las nuevas tecnologías como los sms para convocar protestas, como los "cacerolazos" del año pasado contra a presidenta, Cristina Fernández, por sus políticas de retenciones o para llamar a marchas contra el gobierno durante los momentos más álgidos de la crisis del campo.

Mas que las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías deben ser manejadas con mucho cuidado, sobre todo en el caso de los políticos, es algo que algunos todavía deben aprender.

Si no que se lo digan a la ex ministra del Interior uruguaya Daisy Tourné, una asidua a la web social Facebook, donde casi a diario emitía sus opiniones y su accionar en el gobierno. Pero también tuvo la desafortunada idea de colgar una foto suya en la ducha -aunque del cuello para arriba- que según medios locales melló fuertemente su credibilidad y que -junto con otros asuntos y presiones políticas- acabó provocando su dimisión este mes.

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