Agencia Periodística del Sur
El papel de Argentina y Brasil como actores fundamentales en el proceso de Integración Regional sudamericano, es indudable. Sin un compromiso serio de parte de estos países, no podría discutirse un proyecto de perspectivas importantes, teniendo en cuenta el potencial de ambas economías.
En ese sentido, más allá de los cuestionamientos que se puedan hacer, el desempeño de los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y de Argentina, Cristina Fernández, ha sido un aporte más que relevante para la ampliación de los lazos regionales.
El pasado jueves 23 de abril, Lula y Fernández se volvieron a reunir en el marco del mecanismo de integración bilateral diseñado entre Brasilia y Buenos Aires, que establece encuentros bianuales para repasar los proyectos en común.Este encuentro se dio en medio de varios roces debido a las medidas adoptadas por Argentina para proteger productos sensibles.
En Brasil, estas disposiciones fueron calificadas por algunos sectores como “proteccionistas”. Esos chispazos (existentes, pero muchas veces exagerados por algunos medios) fueron calificados por Lula como cuestiones “normales” en tiempos de crisis como los que vive el mundo.
Justamente ante estos temblores, adquieren mayor importancia este tipo de mecanismo de consulta. Además de esto, se rubricó una declaración de 33 puntos en la que sobresale el llamado a profundizar el modelo de desarrollo basado en la industrialización y en la generación de empleos genuinos como el mejor remedio para superar las desigualdades sociales.
Esto último define un modelo de gestión compartido por ambos gobiernos y en el que se sustenta el crecimiento de Brasil y Argentina en los últimos años. Puede decirse que, en buena parte, ese modelo ha respaldado la profundización de la integración regional.
La constitución y el afianzamiento de esta “alianza estratégica” (según la califican los protagonistas) entre las economías más importantes de Sudamérica, genera dudas acerca de cómo podrán sumarse fructíferamente los restantes países del subcontinente.
Esa es la materia pendiente de este proceso. Como bien dijo Lula, no hay que desesperarse por ver los verdaderos avances de la integración continental, ya que se trata de procesos a muy largo plazo. No obstante, es necesario evitar que el resto del bloque sudamericano pierda el tren del avance de Argentina y Brasil.No hay dudas que el camino de la integración, es el camino a seguir. El desafío es continuar ensanchando ese camino.
lmontero@prensamercosur.com.ar
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